Un proyecto minero gigantesco y muy polémico avanza en Paraguay. Se trata de una mega emprendimiento llamado Río Tinto Alcan. Es tan polémico que el ex presidente Fernando Lugo ha dicho que
una de las causas ocultas de su destitución fue la negociación que estaba llevando adelante con esta compañía minera, que pretende instalar en su país una planta para transformar alúmina (un producto derivado de la bauxita) en aluminio.
Lugo no estaba decididamente en contra de la instalación de Rio Tinto, pero se negaba a aceptar un enorme descuento en el precio de la electricidad que pretendía obtener la empresa:
"No estamos para regalar tanta plata", dijo en 2011. La producción de aluminio consume una enorme cantidad de electricidad y Río Tinto quiere pagarla barata.
No sé si eso influyó o no en la salida de Lugo, pero muchos paraguayos desconfían de Río Tinto y de las condiciones con las que pretende instalarse en Paraguay. Justamente para aventar esas dudas, el nuevo gobierno, más favorable a un acuerdo con la minera, contrató a tres expertos internacionales para que, en base a su experiencia, asesoraran a los paraguayos que integran el llamado Grupo Técnico de Negociación, los hombres que negocian y deberán controlar a Río Tinto.
Mientras en Uruguay nos preguntamos si podemos tomar el agua que sale de la canilla, resultó una verdadera sorpresa leer en la prensa paraguaya que una de las expertas contratadas fue Alicia Torres, la ex directora de la Dinama (Dirección Nacional de Medio Ambiente) uruguaya. Los otros dos fueron el canadiense Pierre Renaud, abogado ambientalista, expresidente del Consejo de Audiencias Públicas de la provincia de Quebec (donde Río Tinto tiene una planta de aluminio), y el francés Jean Philippe Bouton, responsable de evaluación y monitoreo ambiental de industrias del Ministerio de Desarrollo Sostenible y Ecología de Savoie, Francia (donde también opera Rio Tinto).
Los tres expertos se presentaron el 18 de marzo en Asunción, en la sede del Ministerio de Industria y Comercio, dando inicio a una serie de charlas que se extendieron durante tres días. El simposio fue presidido por el ministro de Industria y Comercio, Diego Zavala, quien declaró, según consignó el diario
Última Hora, que a las charlas podía ir todo el mundo
"incluso aquellas personas que están en contra de la venida Río Tinto Alcan".
Algunas cosas curiosas
Alicia Torres, según las notas aparecidas en la prensa paraguaya, dio en Asunción una serie de consejos generales: ser rigurosos en los procesos ambientales, formar técnicos locales, procurar que esos técnicos tengan trabajo en el país. Afirmó que ante proyectos como Botnia o Rio Tinto lo más fácil es decir que sí o que no -de modo categórico y sin matices-, pero "
lo más difícil es recorrer el camino del sí, pero con determinadas condiciones". También, según reprodujo el diario local
La Nación, Torres les dijo a los paraguayos que podían
compensar las emisiones contaminantes de dióxido de carbono de la industria con planes de forestación.
Pero más allá de los dichos de Torres, y a la luz de las noticias de todos los días, es inevitable hacerse algunas preguntas.
¿Cuándo fue que Uruguay alcanzó la estatura de estado modelo en procesos ambientales? Es muy curioso que un país que hoy está descubriendo que sus principales reservas de agua potable están contaminadas -justamente por una mala gestión ambiental- salga a dar cátedra a los vecinos. Y ese es apenas uno de
muchos problemas ambientales mal resueltos en el Uruguay de hoy.
También es curioso que mientras Uruguay discute -y todavía no resuelve- la actitud a tomar frente a los proyectos de megaminería, los técnicos del estado uruguayo asesoren a otro país que enfrenta la misma discusión.
Alicia Torres ya no dirige la Dinama, pero trabaja en la Unidad Ambiental del Ministerio de Industria, Energía y Minería. Ha señalado que fue a Paraguay a título personal. Sin embargo, también es muy curioso que importantes funcionarios públicos uruguayos se presenten a dar consultorías contratados por el gobierno del Paraguay, al que el nuestro gobierno considera ilegítimo. Así, mientras Uruguay juega un rol decisivo para mantener a Paraguay suspendido del Mercosur, los funcionarios uruguayos se presentan en Asunción a dar conferencias presididas por un ministro de ese gobierno considerado espurio. En resumen: el gobierno paraguayo es ilegítimo para integrar el Mercosur, pero es legítimo para contratar asesorías.
Mientras tanto, ayer en Tienda Inglesa me dijeron que se agotaron los filtros para el agua.
Aunque seguro que de eso no se habló en Asunción.
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