Cuando Canal 12 decidió terminar en forma abrupta el ciclo que Jorge Lanata venía haciendo en su pantalla (Lanata.uy) Joel Rosenberg y yo escribimos esta nota en el suplemento Qué Pasa, del cual yo era el editor en aquel entonces. Se publicó el sábado 28 de mayo de 2005 y fue acompañada de una entrevista al periodista argentino.
Las históricas dificultades que existen en la televisión uruguaya para el ejercicio profundo del periodismo volvieron a quedar en evidencia al romperse la muy promocionada pero breve sociedad entre el periodista argentino Jorge Lanata y Canal 12. Apenas nueve emisiones y el programa Lanata.uy fue levantado.
Según denunciaron Lanata y sus colaboradores, el ciclo se levantó porque el canal no admitió que se informara sobre algunos uruguayos poderosos ("intocables") debido a múltiples presiones recibidas.
Rueda de prensa tras el fin de Lanata.uy (El País) |
Que Lanata y los directivos de Canal 12 no digan lo mismo no es de extrañar. Un repaso de cómo se gestó el programa evidencia que la sociedad nunca fue muy firme.
Entrevistado por el semanario Crónicas Económicas el 27 de febrero, el gerente de programación de Canal 12, Eugenio Restano, explicó por qué el canal había decidido contratar a Lanata. El periodista de Crónicas le preguntó:
—¿Cómo se compatibiliza el tradicional estilo sobrio de Canal 12 con el polémico y controvertido perfil de Jorge Lanata?
Restano, entre otros conceptos, respondió que el programa tendría "periodismo de investigación y entrevistas" y agregó que "sabemos que Lanata es independiente, que no se casa con nadie". Pero también sostuvo, contradictoriamente, que "el programa de Lanata no pretende ser un programa periodístico, sino un show. Algo más informal, entretenido y divertido, con música y otras representaciones artísticas".
Al parecer, en el canal, la idea de lo que quería hacer Lanata no estaba del todo clara.
Entrevistado por teléfono en su casa de Buenos Aires, Lanata dijo que nunca leyó ese reportaje y que, si Restano dijo eso, es posible que "no entendiera nada de lo que nos proponíamos hacer".
A su vez, el periodista argentino tampoco parecía tener demasiada confianza en la solvencia y las intenciones de la gente que lo estaba contratando.
La revista argentina Veintitrés relató —también en febrero— que Lanata fue visitado por los dueños de Canal 12 en su casa de José Ignacio y "le ofrecieron un programa político". Y Lanata describió allí su impresión de la negociación con los empresarios del grupo Cardoso-Pombo, los mayores accionistas de Canal 12 y también con intereses en los supermercados Disco, en Nuevo Siglo y en el semanario Búsqueda: "al ganar Tabaré los tipos no saben de qué disfrazarse. Necesitan un vínculo con la gente. En Canal 12 había un programa que se llamaba Agenda Confidencial pero era tan oficialista que se lo llamaba Agenda Presidencial. Lo levantaron y, en su lugar, empiezo en marzo".
Al parecer, Lanata no creía que quienes lo contrataban se tomaran demasiado en serio el periodismo.
Pocos vietnamitas
A Lanata le gusta llamar "vietnamitas" a los periodistas que, detrás de cámaras, pelean buscando información para sus programas. Pero en el caso del programa que montó en Canal 12, su ejército de vietnamitas era bastante exiguo para las duras batallas que suele deparar la investigación periodística.
El equipo periodístico de Lanata.uy tenía la misma base de Prohibido mentir, el programa que Lanata realizó —también por un breve lapso— en TV Libre, el canal de Federico Fasano, en 2003.
En aquella oportunidad y en esta, sus principales colaboradores fueron los periodistas uruguayos Walter Pernas y Ricardo Sosa y el productor Sebastián Domenech.
El resto del equipo —la periodista que salía al aire y otra productora para trabajar detrás de cámaras— fue seleccionado por Cadiburg, la productora de Lanata.uy.
Cadiburg, que se dedica principalmente a los espectáculos artísticos, realizó un casting para elegir a la periodista que saldría al aire. Lanata participó en la parte final de la selección, según relató.
El sueldo inicial que se ofrecía era de 6.000 pesos para trabajar ocho horas por día y salir los viernes al aire. La primera seleccionada no aceptó el puesto ya que la paga le parecía muy poca para la responsabilidad y la carga horaria, relató una de las personas que participó del casting.
Finalmente fue seleccionada Rossana Piedra, aunque con un acuerdo laboral distinto, ya que a ella no se le exigió una dedicación completa.
También se eligieron diez estudiantes de periodismo, a los que no se les pagaba, para que formaran una tribuna que pudiera hacer preguntas a los entrevistados de cada programa.
Según explicó Lanata en una entrevista que se publica aparte, su programa televisivo Día D en Argentina se realizaba con el doble de periodistas.
Además, en Uruguay, los principales colaboradores de Lanata no podían dedicarse todo el día a sus investigaciones.
Piedra trabaja medio día en radio Futura. Sosa trabaja ocho horas diarias, seis días a la semana, en la sección de economía de El País. Pernas conduce, de lunes a viernes, de seis a siete de la mañana el programa Sabuesos, en Am Libre.
Y "vietnamitas" había muy pocos.
"Teníamos un equipo muy acotado de personas. Para lo periodístico, éramos los tres panelistas y dos productores más", explicó Pernas, encargado de la producción del programa. "Yo estaba reclamando un periodista de experiencia más, pero nunca lo conseguimos".
Comienzo presidencial
Aunque Lanata había hecho el chiste de que a Agenda Confidencial le decían Agenda Presidencial, su programa comenzó justamente con una entrevista poco incisiva al presidente Tabaré Vázquez.
Las primeras mediciones de audiencia no fueron muy alentadoras. Por ejemplo, el viernes 15 de abril —un mes después del primer programa— Lanata.uy marcó seis puntos. Una cifra baja para la esperada.
Lanata aseguró en la conferencia de prensa que dio cuando el ciclo fue levantado que su programa tuvo un promedio de ocho puntos de rating y era el segundo más visto de Canal 12, detrás del noticiero central. Fuentes del canal sostienen que, en cambio, el promedio fue de siete puntos.
Los últimos programas —cuando Lanata decidió contar las historias de "los intocables" de Uruguay—marcaron un repunte en la audiencia. Según los registros de Ibope que maneja Canal 12, el programa sobre Paco Casal, emitido el 29 de abril, llegó a 8,1 puntos.
De todos modos, un importante funcionario de Canal 12 dijo que la marcha de Lanata.uy ya preocupaba desde antes que comenzara el ciclo de "los intocables".
Cecilia Custodio, una de las estudiantes de periodismo que estuvo en la tribuna del programa, relató que en los días previos a cada entrega y en la emisión misma del programa se notaba una gran desorganización.
"Nosotros llamábamos el miércoles, como habíamos quedado, para que nos dijeran cuál iba a ser el tema central del programa y no sabían. Nos decían que miráramos la promoción que el canal pasaba los jueves de noche. No era mucho tiempo como para que nos preparáramos para preguntar. Parecía que teníamos una función decorativa. Una vez llegamos un viernes al estudio y nos dijeron que no íbamos a estar y ni siquiera nos habían avisado que no fuéramos".
Pero para Custodio, la causa principal de que el programa no tuviera el éxito pensado estuvo en que "se notaba que Lanata no sabía de Uruguay".
"Una vez se me pusieron los pelos de punta porque quiso nombrar a Wynants y dijo ’Wimands’. Fue muy fuerte, porque es alguien a quien todo el país conoce. Ese tipo de cosas pasaban todo el tiempo. Muchas veces Pernas le decía algo a Lanata, le daba un dato importante, y Lanata se quedaba un segundo en silencio, porque no entendía mucho lo que le estaban diciendo. Y eso, aunque fuera un segundo, en televisión se nota mucho".
Lanata llegaba a Montevideo los viernes al mediodía y dormía la siesta en el hotel. A eso de las siete de la tarde llegaba al canal. En la entrevista que se publica aparte, Lanata reconoce que su información sobre Uruguay no es la mejor, pero no cree que eso haya desmerecido la calidad del programa.
Sin embargo, hubo algunos momentos que esa desinformación resultó algo chocante. En el programa sobre Casal, Lanata le preguntó a Pernas quién era la última persona que se había visto en un video que se acababa de emitir. Pernas le explicó al aire quién es Julio Sánchez Padilla, un periodista que lleva 35 años ininterrumpidos en la televisión uruguaya y que, como si fuera poco, también es conocido por su actividad empresarial, política y su antiguo ejercicio del arbitraje en el básquetbol. La semana anterior, Lanata había involucrado al Banco de Boston cuando habló de los bancos que se quedaron con los depósitos en 2002 y tuvo que pedir disculpas y aclarar que ese banco no tuvo "corralito".
Tampoco era normal que muchos invitados se presentaran al aire como si no fueran figuras públicas conocidas. Sergio Gorzy le contó a Lanata que dirigía un programa de televisión y que era director de una radio. Javier García le explicó que antes de ser candidato a intendente había sido diputado.
"Como me veían ahí, muchísimas personas me hacían comentarios sobre el programa", dijo Custodio. "Y me di cuenta de una cosa: a mucha gente ya le molestaba que un argentino viniera a decirnos lo que está mal de Uruguay. Pero cuando vieron que ese argentino ni siquiera sabía bien de qué se trataban las cosas, fue demasiado. Para mí esa fue la clave del no éxito del programa".
Peor es nada
Un programa desorganizado. Con un conductor con poco conocimiento sobre los temas que abordaba. Con un ejército de "vietnamitas" escaso y diezmado por los bajos salarios. Con periodistas acotados por el pluriempleo. Aun así, en esas condiciones, Lanata.uy provocó una tormenta política y empresarial de gigantescas proporciones. No parece haber un caso mejor para definir a la televisión uruguaya y a algunos sectores de la política y el empresariado local.
En la edición del viernes 22 de abril, Lanata tuvo una corazonada mientras salía al aire. Dijo que desde el programa siguiente comenzaría con un ciclo llamado "los intocables" y que el primero sería Paco Casal.
Lanata relató que sus periodistas se enteraron ahí de que harían un trabajo sobre Casal. Era evidente que, en una semana, con sus múltiples empleos y con el apoyo de apenas un par de "vietnamitas", los periodistas no tendrían tiempo para realizar una investigación a fondo sobre una persona con tantas facetas polémicas. Por eso el programa se basó en entrevistas y en información que, mayoritariamente, ya era pública.
"Cuando presentábamos un ‘intocable’, lo que hacíamos era reunir un cúmulo de información importante ya aparecida en la prensa y agregarle una noticia", explicó Pernas. "En el caso de Casal le agregamos qué tipo de evasión impositiva hace, qué impuestos paga y cuáles no".
El programa se completó con varios entrevistados —defensores o detractores de Casal— que sostuvieron puntos de vista que ya han manifestado anteriormente en diversos medios de prensa.
Punto de inflexión
Cuando Lanata lanzó al aire su corazonada, no sabía que la empresa Tenfield, propiedad de Casal, tenía negocios con Nuevo Siglo, una de las compañías del grupo dueño de Canal 12. Es algo que la mayoría de los uruguayos sabe desde 1999: los cables de los canales privados tienen el fútbol en su programación gracias a un convenio con Tenfield. Son socios.
Lanata no lo sabía, pero se enteró muy rápido porque su anuncio desató una ola de presiones que sólo se frenó el viernes 13 de mayo con la recesión del contrato con Canal 12.
Tras el anuncio del programa dedicado a Casal, la reacción de la empresa dueña de los derechos del fútbol uruguayo fue inmediata. Fuentes de Canal 12 informaron que ese mismo fin de semana comenzaron las llamadas de varios directivos de Tenfield a Adolfo Cardoso, director de Nuevo Siglo, y a autoridades y periodistas de Canal 12 para reclamar que no se emitiera el programa sobre Casal.
"De Casal no se habla", le dijo uno de ellos a Cardoso.
El martes 24, el ex futbolista Enzo Francescoli, socio de Casal, llamó a Lanata a Buenos Aires. "Me llamó a mi casa en Buenos Aires. Me dijo que Casal quería verse conmigo y yo le dije que lo quería entrevistar, quería que viniera al programa. Quedó en llamar, cosa que finalmente no hizo", contó Lanata en la conferencia de prensa que ofreció en la Asociación de la Prensa Uruguaya el viernes 13.
La llamada de Francescoli no fue la única. Un importante funcionario de Canal 12, que pidió que su nombre se mantenga en reserva, dijo que las llamadas y reuniones fueron muchas y que se llegó a presionar con la posibilidad de que Nuevo Siglo se quedara sin el canal VTV, que es propiedad de Casal —según él mismo admitió en una reciente entrevista publicada en Qué Pasa— y es el que emite el fútbol, el básquetbol y el carnaval uruguayo.
Lanata, desde Buenos Aires, relató que "esa semana fue un infierno. Hubo como 30.000 llamadas, era una verdadera locura".
Mientras tanto, el canal dejó de emitir la promoción en la que se anunciaba el programa y en la cual Sánchez Padilla decía que en los pases de futbolistas uruguayos al exterior hay "lavado de dinero".
Lanata relató que los directivos de Canal 12 le pidieron una y otra vez a él y a sus periodistas que dieran información "light" sobre Casal, que no se hablara del canal VTV y que Paco no quedara mal en el informe.
"Al final hicimos un almuerzo en el restaurante del piso 25 del Victoria Plaza. Fueron Radío, Atín y la señora de Atín. Me pidieron que no tratara mal a Paco Casal y yo les decía: ‘mirá, vamos a tratarlo como a todo el mundo’", relató Lanata, vía telefónica desde Buenos Aires.
Eduardo Radío es el gerente general del canal y Eduardo "Atín" Martínez es el dueño de Cadiburg, la productora uruguaya del programa.
Esa misma semana la dirección del canal le pidió a la producción del programa una lista de las personas que se estaban evaluando como posibles futuros "intocables".
El viernes, antes de la salida al aire del programa de Casal, Pablo Cardoso, director de Canal 12 y Radío subieron a ver el material que se estaba editando. Nunca lo habían hecho antes. Finalmente, a las 18 horas, el canal autorizó la emisión del programa.
Sin embargo, Pernas relató que un día antes ya le habían advertido que "si el informe sobre Casal era light, el programa seguiría. Pero que si era pesado, tenía corta vida. Eso fue una amenaza total".
Un integrante del equipo de Lanata.uy relató que, cuando comenzó ese programa, Radío lo observó todo desde el estudio y Cardoso lo siguió atentamente desde el control, con el guión en la mano.
Pese a todas las advertencias, en Lanata.uy se emitieron al aire acusaciones diversas a Casal y se habló de los juicios que enfrenta VTV. El propio Lanata reconoce que lo que se dijo allí ya era mayoritariamente información pública. Muchas de esos datos u opiniones ya habían sido dichas con anterioridad por el periodista Ricardo Gabito en Estadio Uno, el programa de Sánchez Padilla en Canal 5. Pero, al parecer, hay cosas que se pueden decir en algunos lados y en otros no.
"Hubo muchas presiones, pero el programa salió, esa es la verdad", señaló una importante funcionaria del canal que defendió la postura de la emisora.
Lanata, sin embargo, cree que esa noche quedó sellada la suerte de su programa. Cuando comenzó esa edición dijo: "hoy salimos de casualidad" y agradeció al canal por haber resistido las presiones. Ahora, desde Buenos Aires reflexiona: "el programa de Paco Casal marcó un punto de inflexión. Ahí a los tipos les cayó la ficha y decidieron que no nos querían. Después se tomaron una semana para procesarlo y anunciar la decisión final".
Para realizar este informe se intentó dialogar con Pablo Cardoso, de Nuevo Siglo, con Eduardo Radío, gerente general de Canal 12, y con Nelson Gutiérrez, principal de Tenfield. Pero fue imposible acceder a ellos.
Último round
Después del programa sobre Casal, Canal 12 dejó de emitir cualquier tipo de promoción de Lanata.uy. El programa siguiente estuvo basado en la presentación de un nuevo "intocable": la dirigente política del Foro Batllista, Milka Barbato.
A Barbato se la invitó el jueves al programa y no fue. Lanata contó al aire ese viernes que la ex funcionaria (ex diputada, ex vicepresidenta del Banco República, ex presidenta de la muy cuestionada Corporación Nacional para el Desarrollo) se enojó porque se la invitó muy sobre la fecha de emisión. No fue una casualidad. Uno de los "vietnamitas" de Lanata explicó que se decidió esperar al último día para invitarla con el fin de evitar presiones y que no se repitiera la historia de Casal.
El programa salió al aire, se contaron diversas acusaciones que pesan sobre Barbato —la mayor parte de ellas ya divulgadas por la prensa escrita— y se habló de su enriquecimiento personal. "Hacer un ‘intocable’ por semana con el equipo que teníamos estaba bravo. En el programa de Barbato agregamos información sobre los Abitab y el inminente procesamiento de Guillermo Rimsky, supuesto ex socio de Barbato", dijo Pernas.
Las presiones, que en este caso fueron evitadas antes del programa, esta vez vinieron después. Según dijo un funcionario jerárquico de Canal 12, algunas importantes figuras del Foro Batllista le hicieron sentir su molestia a los directivos del canal. Además, Barbato exigió su derecho a réplica.
Lanata relató en su conferencia que "a mí me llamaron del canal para decirme que había un tape de descargo. Yo no tengo ningún problema con que ella ejerza su derecho a réplica, pero no en un tape. Que venga en vivo y yo le pregunto. Si no, que me haga un juicio, y me lo gane y yo pongo el tape. Pero así, porque sí, no lo voy a pasar. No voy a pasar 20 minutos de un tape donde una mina me insulta sólo porque a ella se le ocurre".
Fue el último round de la segunda pelea de Lanata en la televisión de Uruguay, ambas perdidas por knock out.
Para ese entonces, la dirección del canal ya le había devuelto a la producción de Lanata.uy la lista de los candidatos a próximos "intocables" con una mayoría de nombres con un "no" a su lado. Lanata dijo que las anotaciones fueron realizados por Radío, el gerente general del canal. Para Pernas, esta lista, con sus significativos "no" son la prueba más clara de que hubo censura. "La lista es censura previa. La primera reacción que tuvimos, cuando la vimos con los sí y los no, fue reírnos, porque era terrible. Yo me preguntaba si querían que investigáramos al Pato Donald", relató Pernas.
La lista, según fue publicada por los semanarios Brecha y Búsqueda (y hasta tomada para la risa por el licenciado Petinati) dice:
Milka Barbato (sí), Julio Luis Sanguinetti (no), Wilson Sanabria (sí), Goyo Álvarez (no), César Rodríguez Batlle (sí), Eddie Espert (no), Oscar Magurno (no), José Puchi Rohm (sí), Juan Peirano Basso (sí), Eduardo Ache (no), Enrique Antía (un sí tachado), Carlos López Mena (sí), Juan Raúl Ferreira (sí), Víctor Della Valle (no), Julio César Talamás (sí), Mailhos (dueños de la tabacalera Monte Paz, no), Juan Chiruchi (no), Eugenio Figueredo (no), Ricardo Scaglia (signo de interrogación), Tabaré Hackembruch hijo (no), Ronald Pais (sí), Hugo Granucci (sí), Ernesto Laguardia (no), Benito Stern (sí).
El viernes 13, cuando se debía emitir el programa sobre el "intocable" Juan Raúl Ferreira, uno de los nombres autorizados por la dirección del canal, se tomó la decisión de que el programa no fuera emitido.
Lanata convocó a una conferencia de prensa y anunció que el programa se había levantado por las presiones y la censura.
"¿Se puede o no se puede hacer periodismo independiente en Uruguay?", se preguntó Lanata. "Pero no apretar al portero de OSE con una cámara oculta. Quiero hablar de Paco Casal y de Milka Barbato, quiero hablar de lo que está pasando, no de tipos a los cuales los engañan para hacerlos meter la gamba", agregó en clara alusión al programa Zona Urbana de Canal 10.
Canal 12 emitió un comunicado con otra versión de lo sucedido. "El cese de dicha programación fue dispuesto de común acuerdo entre el Sr. Jorge Lanata, su producción y las autoridades de este Canal y sus motivos fueron de carácter exclusivamente económico". El acta de rescisión del contrato entre ambas partes dice que "la productora no ha logrado obtener auspiciante alguno".
Lanata firmó ese documento, pero sostiene que lo hizo a los solos efectos de que sus pocos periodistas y él mismo pudieran cobrar el dinero que se le debía.
El comunicado de Canal 12 finalizaba: "aprovechamos asimismo la oportunidad para reiterar nuestro más firme compromiso con la libertad de prensa y el total respeto a la independencia de nuestros periodistas, de todo lo cual ustedes son cotidianos testigos".
Es cierto. Todos somos testigos. Y cada uno podrá sacar sus propias conclusiones.
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