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1.3.25

40 años de democracia

El 1 de marzo de 1985 yo estaba haciendo uno de mis primeros trabajos como periodista: cubriendo la recuperación democrática y la asunción de Julio María Sanguinetti. Lo hacía como fotógrafo del semanario Hechos, de la ciudad de San José.

No me pagaban, pero tenía pase libre para acceder a todos los eventos políticos y artísticos y lo consideré suficiente. Aquel día en Montevideo, el mundo rendía homenaje a la democracia en Uruguay y aquí estaban muchos de los principales líderes políticos del momento, desde Raúl Alfonsín a Felipe González, pasando por Bettino Craxi y Daniel Ortega.

En cuanto a los artistas, cantaron en varios escenarios montados en distintos lugares de Montevideo, entre otros, Charly García, Los Abuelos de la Nada, José Luis Perales, Larbanois-Carrero, Los Olimareños, los nicaragüenses Mejía Godoy, Silvio Rodríguez y Pablo Milanés.

¡Increíble!

No existía la fotografìa digital. En las conferencias de prensa que dieron cada uno de estos artistas, la gente nos pedía a los fotógrafos que los retratáramos junto a sus ídolos. Yo tomé varias. La gente te dejaba su teléfono para que luego les llevaras la foto. Terminé vendiendo muchas. Fue el primer dinero que cobré como periodista. Periodista gráfico, en este caso.

Lamentablemente, he perdido mucho de lo que saqué aquel día. Pero, por suerte, no todo. Dejo aquí siete fotos que yo tomé, una que me tomaron a mí en el Salón de los Pasos Perdidos y otra de la conferencia de prensa de Daniel Ortega, donde soy uno más entre muchos colegas. Allí, en nombre del semanario Hechos de San José, le pregunté a Ortega cuándo comenzaría a regir la libertad de prensa en Nicaragua, tal como comenzaba ese día a regir en Uruguay. 

Algunas de estas fotos se usaron en la tapa del libro La muy fiel y reconquistadora. Memorias de una generación que no perdió la democracia, pero luchó para recuperarla.

Aquel momento, el dejar atrás una dictadura de 12 años, fue histórico. Fue un tiempo de ilusiones colectivas muy fuertes. No todas se han cumplido, por supuesto. Pero la libertad y la democracia se han afianzado y se han fortalecido. Esa es tarea de todos los días.

Hoy la fiesta se repite 40 años después. Que siga así para siempre.

 


 
 
Uruguay, democracia
Barra de Democracia Avanzada y heladero Smak


democracia, uruguay

Militancia del Frente Amplio en la Intendencia

 
 
Sanguinetti en plaza Independencia


Julio María Sanguinetti, Uruguay, democracia

Julio María Sanguinetti, Uruguay, democracia, 1985


Daniel Ortega en Uruguay
Conferencia de prensa de Daniel Ortega

Leonardo Haberkorn


13.2.25

Más sobre TV Ciudad y Canal 5

Como al parecer mis dichos sobre TV Ciudad y el sistema de medios públicos han despertado gran interés, dejo aquí dos notas sobre el mismo tema, publicadas ambas en el suplemento Qué Pasa del diario El País en 2004, durante el gobierno del presidente Jorge Batlle. 

Han pasado más de 20 años desde entonces. Cada lector podrá trazar el balance de qué ha cambiado y qué no desde entonces.

Cómo transformar un diario en un casino 

17/09/2004


Esta edición de Qué Pasa incluye una nota sobre el actual destino del viejo edificio del diario El Día, muy adecuada para una semana en la que tanto se habló de la prensa.

El Frente Amplio, por ejemplo, exigió un trato igualitario de los "dueños de los grandes medios".

¿Un trato igualitario como en TV Ciudad? ¿Cuántos minutos necesitaría un extranjero que mirara TV Ciudad para adivinar qué partido gobierna Montevideo?

(...)

Tabaré Vázquez, Frente Amplio, grandes medios

Los dichos de (Tabaré) Vázquez fueron respondidos por Jorge Larrañaga. "Todos sabemos en Uruguay que quienes titulan, quienes redactan, quienes preparan los informativos, quienes elaboran los programas periodísticos son los periodistas", dijo el candidato blanco. Sí, es cierto. Pero también es cierto que los políticos tienen una insufrible tendencia a llamar a los dueños de los medios para pedir que salga tal nota, para vetar tal otra, para exigir que informaciones correctas sean "rectificadas", incluso para pedir que se eche a los periodistas molestos.

Es una costumbre muy dañina para la democracia. Ocurrió en anteriores gobiernos y también en el actual, aunque se repita lo contrario.

El presidente Jorge Batlle dijo esta semana que "lo mejor" que tuvo su gobierno fue no haber presionado a los periodistas, "no meterse" y "que cada uno dijera lo que quisiera".

No coincide con lo que relató el ex director de Subrayado, Antonio Pippo, en Brecha el 30 de agosto de 2002: que fue echado de Canal 10 por discutir una "llamada" que llegó de Presidencia para no emitir imágenes de los saqueos que hubo entonces.

Tampoco coincide con la experiencia de este suplemento. Un ministro de este gobierno puso todo su empeño, sin éxito, para terminar con la independencia de esta publicación debido a un informe que dejaba en evidencia su mala gestión. Y no fue el único caso.

El propio Batlle ejerció la peor presión que se puede ejercer sobre los diarios: la de ahogarlos económicamente vetando el acuerdo al que habían llegado con el Correo para ser distribuidos sin tener que pagar el asfixiante porcentaje que les impone el actual monopolio. Sin olvidar que intentó también gravarlos con el IVA, mientras el cigarrillo, que mata 5.500 uruguayos cada año, continúa exonerado.

Y si se habla de TV Ciudad qué decir de Canal 5: en el noticiero central la información deportiva está entregada a la empresa Tenfield. Y cuando terminan las noticias, llega el turno de opinión: se eligieron cinco columnistas, todos de la misma línea política. Así es fácil dejar que "cada uno diga lo que quiera". Fácil y muy empobrecedor.

La otra cara del fenómeno de esta injerencia de los políticos en el contenido de la prensa son los propios dueños de los medios. Algunos de ellos, ante estas "embestidas bagualas" de los gobernantes, resisten la presión. Pero otros optan recurrentemente por ponerse de lado del gobernante de turno. Entonces, "rectifican" información verdadera. O piden disculpas sin motivos. O sancionan a su periodista. Más de uno no entiende que el periodismo debe ser independiente y profesional. Que el destinatario de nuestro trabajo es el público, no el diputado Mengano. Que un medio dependiente pierde credibilidad y carece de futuro.

Hace años trabajé en una consultoría que pretendía salvar el viejo diario El Día.

El diario tenía muchos problemas, pero uno de ellos era que sus directores estaban más preocupados por atender los pedidos de sus correligionarios y amigos que de informar a fondo. La voz del Partido Colorado no estaba acotada a la página editorial, como debía ser, sino que teñía cada sección. No era una publicación para tiempos en los que la gente ya quería una información diversa y sin ataduras.

Se propuso profesionalizar el diario e informar sin banderías. Nos pagaron el trabajo, pero no nos hicieron caso: El Día se mantuvo igual: un viejo diario de partido, muy sesgado.

No demoró en fundirse. Hoy en su viejo edificio hay un casino. No quedan máquinas de escribir, sólo tragamonedas.

Más sobre TV Ciudad y Canal 5

01/10/2004

Esta edición de Qué Pasa incluye el resumen de una conferencia dictada por la asociación de trabajadores de TV Ciudad en la que se manifestó preocupación por una creciente influencia política en ese canal.

Dos semanas atrás, en esta sección, se escribió sobre la poca simpatía que políticos uruguayos muestran por la independencia de la prensa. Entre otros, aquel artículo citaba ejemplos de falta de pluralidad o independencia en los dos canales públicos: Tveo y TV Ciudad.

Los dichos respecto a Canal 5 molestaron a su director, Ramiro Rodríguez-Villamil.

En una carta, el funcionario se declara entusiasta lector de este suplemento pero dice estar dolido porque en aquella nota había un párrafo "superficial e injusto" para con Canal 5.

(...)

Rodríguez-Villamil responde:

"De acuerdo, la información deportiva la obtenemos de la empresa Tenfield. ¿Me podría indicar usted qué otra empresa en el Uruguay suministra información deportiva? ¿Dónde compra usted la energía eléctrica de su casa? Tenfield podrá ser tan monopólica como UTE, pero ‘es lo que hay, valor’. Pero note usted, profundizando un poco más, que los lunes, de 22 a 24, Tveo pone al aire Estadio Uno bajo la conducción de Julio Sánchez Padilla, un programa de comentarios deportivos no precisamente afín a Tenfield".

Luego, sobre el caso de los cinco columnistas de idéntico perfil ideológico, sostiene que se trata de "una opinión personal" y que en Canal 5 hay muchos otros espacios periodísticos: Sala de Redacción, Decisión Final, Tveo en el mundo, Poder Ciudadano, Quién es Quién, Hoy por Hoy, La Sed y el Agua y Buscadores.

"Los cinco columnistas que usted denomina ‘de la misma línea política’ son apenas cinco más en una pléyade por cierto muy variada y plural (...) ¿Cuántos canales de TV abierta tienen esta oferta de análisis, comentarios e información política y periodística? Basta revisar las grillas de los otros tres canales abiertos para confirmar que Tveo tiene por lejos la mesa mejor servida para que el ciudadano se alimente de los más variados puntos de vista".

Y concluye: "Me interesaría mucho que usted —que es un periodistas serio y profesional— reflexionara sobre los comentarios que ha hecho sobre Canal 5, y, tras pensarlo bien, cambiara su opinión sobre nuestra tarea".

El director de Canal 5 extrajo de mi artículo una conclusión que no se ajusta a su contenido. La nota no dice que la programación de Canal 5 carezca de valor. Es cierto: el canal oficial ofrece hoy, en materia de periodismo, más que todos los canales privados. Y allí trabajan muchos buenos periodistas, sin duda.

Lo que sí dice el artículo es que hay dos aspectos concretos de la programación que dejan que desear porque denotan falta de independencia y de pluralidad.

En primer lugar, están los columnistas que opinan al término del informativo central. Rodríguez-Villamil no lo desmiente: los cinco tienen un casi idéntico perfil ideológico. Aunque nadie dude de la independencia de cada uno, lo que ocurre en la práctica es que al término del noticiero el televidente recibe siempre una opinión del mismo sesgo. Usando la analogía de Rodríguez-Villamil, todos los días el mismo plato.

Eso es innegable, está mal y no se compensa con la existencia de otros programas en otros horarios. No importa que Sonia Breccia le diga "Ñato" a Fernández Huidobro: el informativo central del canal del Estado debe ser equilibrado, en su información y en su opinión. Un plantel de columnistas tan monocorde en una empresa privada sería criticable, pero en el canal oficial es preocupante.

Luego está el caso de la información deportiva cedida a la empresa Tenfield. En este caso la posición de Rodríguez-Villamil desconcierta. El monopolio de Tenfield alcanza a las imágenes de los partidos, pero de ninguna manera a la búsqueda de información. El noticiero de Canal 5 podría tener periodistas propios que recorrieran los clubes, que hablaran con futbolistas y dirigentes, que vieran los partidos sin pedirle nada a Tenfield. Eso es lo que hacen muchos medios de prensa. Rodríguez-Villamil puede venir a El País a verlo.

Tener entregada la información a un actor principal del escenario deportivo lleva a una pérdida escandalosa de independencia. Es como que el dueño de Movicenter sea el crítico de cine de un diario o que la información política le sea cedida al Partido Colorado o al Frente Amplio.

Ciertamente, la electricidad se la compro a UTE. Pero cuando tengo que informar sobre cuestiones energéticas consulto a especialistas ajenos a ella, a la Universidad, busco técnicos independientes y también consulto a la UTE. Pero la consulto, no le digo que me haga la nota. Eso es lo que podría hacer Canal 5 con la información deportiva y no hace.

Rodríguez-Villamil dice que Tveo "es el canal del Estado y no del gobierno" y que "la pluralidad y la independencia" son los pilares de su gestión.

Es una persona inteligente: debería solucionar estos dos problemas porque van en el sentido opuesto.

 

22.1.25

150 organizaciones contra Arazatí

Más de 150 organizaciones sociales entregaron una carta al presidente Luis Lacalle Pou en contra del proyecto Arazatí o Neptuno.

La noticia fue ampliamente difundida en los medios de comunicación. La carta -que puede leerse completa en el siguiente enlace- basa su oposición al proyecto en cuatro puntos: existen demandas judiciales en contra del plan que aún no han sido laudadas; el Río de la Plata para los firmantes no es una fuente segura de agua potable debido a su salinidad y la contaminación por agroquímicos y residuos industriales; el proyecto sería inconstitucional por privatizar la gestión del agua; y además Neptuno sería una amenaza para el acuífero Raigón.

"Invitamos públicamente a la ciudadanía a informarse, debatir y exigir transparencia sobre este
proyecto que afecta a todos los uruguayos", concluye la carta enviada al presidente.

Por lo general, los medios no han informado cuáles son las más de 150 organizaciones que firman la carta, por lo que se entiende pertinente publicar aquí el listado completo.

Nodo Acá el Neptuno No
Agrupación Tucu Tucu de San José
Grupo de Productores de Rincón del Pino, San José
Comisión Nacional en Defensa del Agua y la Vida
REDES Amigos de la Tierra
MOVUS (Movimiento por un Uruguay Sustentable)
Sin Pavimento
Eco Franciscanas
Coordinación por el Agua
Red Unión de la Costa
Coordinadora de Pescadores Artesanales
Red Eclesial Gran Chaco y Acuífero Guaraní (REGCHAG)
Asociación Latinoamericana de Medicina Social (ALAMES Uruguay)
Federación ANCAP (FANCAP)
Asociación Civil Ambientalista de Salto
Hermandad Pro Derechos
Frente de Lucha Ambiental Delia Villalba
Red Ambiente Piriápolis y Alrededores (APA)
Departamento de Denuncia Ambiental Ciudadana (DDAC)
RAPAL Uruguay
Clan Gubaitase Charrúa
Eco Tambores
Federación de Funcionarios de OSE (FFOSE)
Departamento de Desarrollo Productivo del PIT-CNT
Colectivo La Campana Verde
Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda de Ayuda Mutua (FUCVAM)
Intersocial Montevideo Oeste
Budismo Comprometido
Comunidad EcoShatvas
Proyecto Nacurutú
Colectivo Bilú Atit
Liga de Fomento Parque Balneario Jaureguiberry
No al Tren de UPM Montevideo
Movimiento por la Tierra Valizas
Comisión en Defensa Arroyo el Potrero
Mujeres con Historias
GuazuVerde
Vecinos en Defensa del Proyecto de Detalle de Guazuvirá (VeDeProDe)
Comisión de Vecinos Las Vegas - Lomas del Solís
Paysandú por un Uruguay soberano UPM 2
Agremiación Federal de Funcionarios de la Universidad de la República (AFFUR)
Mesa de Colonos
Militantes de izquierda contra UPM
Grupo de Vecinos en Defensa de los Espacios Naturales de Playa Hermosa
Asociación Uruguaya de Guardaparques (AUG)
Colectivo Ecofeminista Dafnias
Cotidiano Mujer
Defensa de Nuestra Playa de Costa Azul
Movimiento de Vecinos Empalme Olmos
Asociación de Descendientes de la Nación Charrúa (Adench)
Asamblea por el agua del río Santa Lucía
Comisión de Fomento de Guazuvirá
Vecinxs Organizadxs de Santa Lucía del Este
Defensa de la Costa de Aguas Dulces
Intersocial de San José de Mayo
Misioneras de la Doctrina Cristiana de América Latina con sede en Río Branco
Pan y Rosas
Colectivo Agua es Vida
Red de Amigos de Luis Perez Aguirre
Comunitaria Radio Manganga
Asociación de Jubilados y Pensionistas de OSE (AJUPENOSE)
Asociación Civil Nativos Punta Negra
Red Uruguaya de Comunidades
Guardianes de las Cuencas Arroyo Pando y Laguna del Cisne
Acción Vecina de La Paloma Rocha
Guidaí Tekoá
Charrúas Oipik Udimar
Consejo de la Nación Charrúa (CONACHA)
Comisión vecinas/os en defensa de Laguna del Cisne y Yasyry (Solís Chico)
Asociación Civil Nativos Punta Colorada
Cooperativa Buen Vivir
Asamblea Hue Mirī en Defensa de la Cuenca de la Laguna Merín
Asociación de Licenciados de Enfermería del Uruguay (Alenfur)
Agrupación de Egresados de Enfermería
Asociación de Docentes de la Universidad de la República (ADUR)
Ecofeminismo Río Negro
Comisión por la Tierra y el Agua del Centro de Estudiantes del Instituto de Profesores Artigas
Coordinadora de Jubilados y Pensionistas de Uruguay (COJUPE)
Colectivo No + Colonia
Poetas del Oeste
Conservación de Especies Nativas del Uruguay (COENDU)
Aguará Popé - Educación y Gestión Ambiental
Asociación Grupo Promoción Comunitaria
Comunidad Tribal Afroindígena Anaxiguat Epaj
Red de Huertas Comunitarias del Uruguay
Partido Ecologista Radical e Intransigente (PERI)
Circulo de intercambio y articulación a indígena (C.I.A.I)
Somos agua
Comunidad Guadaripí
Centro Interdisciplinario de Estudios sobre el Desarrollo – Uruguay (CIEDUR)
Casa Grande Treinta y Tres
Nzinga Artesanas
Pinches Artistas
Grupo Derecho Indígena de Uruguay
Plenaria Memoria y Justicia
Filial Metropolitana de Maestros de San José
Tribu Espacio Cultural
Taller por la Liberación de la Mujer Célica Gómez
KYKYÔ Reserva Natural y Campo Cultural
Sindicato Único Nacional de Trabajadores del Mar y Afines (SUNTMA)
Cósmica Cultura Contemporánea
Asociación de Maestros de Rivera (AMDER)
Colectivo de Guichón por los Bienes Naturales
Grupo TA
Red de Agroecología del Uruguay
La banda por el Agua Canelones
Clan Rúa La-at Charrúa Uruguay
Colectivo socio-ambiental Toledo en Huerta
Agrupación sindical "Rosa Luxemburgo" SUINAU
Grupo TAPE de Salto
Grupo 33 Por Palestina
Asociación de funcionarios y funcionarias de la Universidad del Trabajo del Uruguay (AFUTU)
El Abrojo
Organización Ambientalista de Treinta y Tres Pindó Azul
Agrupación Amigos de la Quebrada
Marquemos un Norte Charrúa
Cooperativa Social de Trabajo Lavia
Comisión de Fomento de Costa Azul Nuevo
Comisión de la Unión de Vecinos de Lago Merín
Movimiento de Agricultura Biodinámica del Uruguay (MABDU)
Asociación de Docentes de Educación Secundaria (ADES) Minas
Intersindical de Lavalleja
Mujeres de la Costa de Cumbres de Neptunia - Remanzo - Salinas - Pinamar
Comisión de Vecinos del Parque Baroffio
Asociación de Jubilados y Pensionistas de Antel (AJUPEN ANTEL)
Río Abierto Uruguay
Espacio de Desarrollo Armónico
Fundación por la Paz
Comisión 100 años de Raúl Sendic
Club de Poetas y Artistas Melchora Cuenca
Ukay Guidaí Charrúa
Proyecto Área Protegida Humedales de la Curtiembre - Paysandú
Movimiento Ciudadano en Defensa de la Costa de Paysandú
Asociación pro-fomento de Balneario Las Toscas
Comisión por un Canelones Libre de Soja Trangénica
Asociación de extrabajadores de El Popular 1957-1973
Jubilados de El Popular
Asociación de Jubilados y Pensionistas del Sur Este de Canelones
Grupo de Trabajo de Salud y Ambiente de la Sociedad Uruguaya de Medicina Familiar y
Comunitaria (SUMEFAC)
Grupo de Estudios y Reconocimiento Geográfico del Uruguay (GERGU)
Comisión de Vecinos Arroyo de Rocha y Ruta 109
Colectivo de Mujeres Indígenas Hum Pampa
Organización Our Voice
Arropando Territorio Vivo - vecinos de las márgenes del Arroyo Pando
Comunidad Indígena Hué it Guidaí
Agrupación por el cuidado de Nuestras Cuencas
Periódico La Fragua
Mujeres del Oeste
Coordinadora por el retiro de las tropas de Haití y en defensa de su soberanía
Cirqueras Feministas
Asociación de Mujeres Rurales (AMRU)
Agrupación Ecovida Partido Verde Animalista
Clan Charrúa Onkayhusmar Migues
Asociación de Trabajadores de la Seguridad Social (ATSS)
Grupo para la Protección Ambiental Activa (GRUPAMA) de Bella Unión
Red Uruguaya de ONGs Ambientalistas
Organización Bilu Guidaí Conservación y Ecoturismo de Mercedes
Conversatorio América Abya Yala
Organización Aguita, Tacuarembó
Unión de Trabajadores del Hospital de Clínicas (UTHC)

3.12.24

La derrota de la Coalición y el Partido Nacional

Integrantes de la coalición de gobierno, y en especial del Partido Nacional, han ensayado en estos días innumerables esbozos de análisis y autocríticas respecto a por qué perdieron la elección nacional.

Varios de ellos merecerían un análisis detallado en sí mismos. La mayoría -con razón o sin ella- se centran en el tono de la campaña desplegada por el candidato Álvaro Delgado, sus opciones políticas, o también en factores externos, algunos tan rebuscados como la supuesta injerencia negativa de los funcionarios del BPS o la DGI.

En el programa Séptimo Día, de Teledoce, intenté poner sobre la mesa de análisis dos ideas-fuerza muy potentes de la política uruguaya que el gobierno del presidente Luis Lacalle Pou casi que tenía la obligación de derribar si pretendía conseguir un período más.  

En ambos casos, por motivos diferentes y en distinto grado, esa misión no logró completarse o cumplirse. Y pienso que ahí hay una explicación importante para la derrota.

30.10.24

Según diputada electa de Identidad Soberana el accidente del 121 fue por culpa de las vacunas

Las dos cosas ocurrieron con un día de diferencia. Yo nunca antes había oído hablar de Nicolle Salle.

La primera referencia me la mandó un amigo. Era la captura de pantalla de una publicación de esta persona en referencia al accidente del 121 en la rambla de Pocitos, que dejó siete heridos graves.

Mi amigo estaba entre asombrado e indignado. Según lo publicado por Nicolle Salle en Facebook, el accidente había ocurrido por culpa de las vacunas contra el covid-19. 

Me pareció tan asombroso que entré al Facebook de Nicolle Salle para ver si era cierto. Lo era. Lo había escrito. Y había otras publicaciones abonando la misma teoría.

Salle reproducía allí una nota sobre el accidente y agregaba de puño y letra: "Ésta es la triste nueva normalidad, sepan que quienes se inocularon son bombas de tiempo. Han destrozado la salud de billones de personas y ahora a lidiar con las consecuencias".

Nicolle Salle, Identidad Soberana, vacunas
¿Pruebas?

No encontré ninguna.

La segunda noticia sobre Nicolle Salle me llegó al día siguiente, cuando los medios publicaron que ella es una de las nuevas diputadas electas, la segunda banca del partido Identidad Soberana, el partido de su padre, Gustavo Salle. En breve será una de las integrantes del Poder Legislativo. 


30.9.24

Cabildo: apoyo para adictos al porno

El programa de gobierno de Cabildo Abierto propone crear una serie casi interminable de nuevas oficinas, servicios públicos e incrementos en partidas estatales.

Hay cosas tan diversas como crear una escuela de fiscales, una agencia nacional de monitoreo de Riesgos Sísmicos, una red de "casas de breve estadía" para ancianos maltratados, otra para retirados policiales y un campus de entrenamiento para bomberos y fuerzas especiales.

Ninguna de las medidas está evaluada en sus costos y no se dice cómo se financiarán tantos nuevos servicios, cuando al mismo tiempo se propone bajar los costos del Estado y la cantidad de empleados públicos.

Pero sin duda la idea más novedosa es la de "ofrecer terapias y apoyo psicológico para ayudar a las personas a superar su adicción a la pornografía".

Una novedad en la política uruguaya.

29.7.24

Pablo Álvarez debe creer que somos idiotas

"Mirando el proceso electoral de Uruguay, y mirando este proceso, te diría que me parece más transparente, o más seguro que el nuestro", dijo Pablo Álvarez al programa radial Así nos va.

Se refería al proceso electoral de Venezuela. 

Las declaraciones mueven al asombro ya que Álvarez es el presidente de la Comisión de Asuntos Internacionales del Frente Amplio.

Álvarez debe creer que todos somos idiotas: que no sabemos que en la elección venezolana hubo candidatos proscriptos, que no sabemos que se prohibió el ingreso de decenas de observadores internacionales, que no sabemos que el presidente Maduro prometió un baño de sangre si ganaba la oposición.

Álvarez parece no haberse percatado que 24 horas después de cerrados los comicios las actas de los circuitos siguen ocultas y nadie puede realmente auditar el resultado.

¿Y a título de qué tiene la osadía de comparar ese proceso grotesco con las elecciones uruguayas? Y no solo, también el tupé de decir que el nuestro sistema electoral es peor que esa caricatura de una democracia.

Acá en Uruguay, Álvarez, la única vez que hubo candidatos proscriptos fue porque así lo puso como condición una dictadura.

Pablo Alvarez. Nicolás Maduro

Acá no ha habido un solo reclamo sobre los resultados electorales desde 1985.

Acá su partido, Álvarez, ha ganado tres veces en forma consecutiva, y luego ha perdido y no se sabe de nadie que haya protestado nada.

Acá nadie ha prometido baños de sangre. Todos han ganado y todos han perdido. Todos han entregado el poder. Por lo menos hasta ahora.

Las declaraciones de Álvarez son tan transparentes como las elecciones venezolanas. Él conocerá sus razones para defender un proceso electoral truculento y, en definitiva, a un régimen que, según Amnistía Internacional, practica la tortura y la desaparición forzada.

No cualquiera sale a dar lecciones de democracia poniendo como ejemplo al Gavazzo del Caribe.

Lo preocupante es que, con tales criterios, Álvarez sea el presidente de la comisión de asuntos internacionales del Frente Amplio.


P.D.

Recibimos la siguiente respuesta de Pablo Álvarez:

Estimado Leonardo Haberkorn. Recién pude ver la nota de tu blog referido a mis comentarios sobre el proceso electoral de Venezuela. Lamento utilizar este medio, tan incómodo para escribir (celular) como para leer, pero es lo que ahora tengo a mano. 

Mi opinión a la que haces referencia central en tu texto, hizo o pretendió hacer referencia al componente "tecnológico" del procedimiento del voto, su registro y la posibilidad de su auditoría en una operativa correcta. En ningún momento puse ni quise poner, directa o indirectamente, en tela de juicio el sistema electoral de Uruguay, porque lo conozco bien y porque su fortaleza ha sido demostrada a lo largo del tiempo y en diversas circunstancias, tal como señalas y comparto. Incluso recuerdo al profesor Bottinelli comentando algo similar hace algunos años, sin pretender compararme con el profesor naturalmente. Es claro que, además, en el funcionamiento general de un sistema y un proceso electoral no solo importan los "procedimientos" técnicos del voto, sino que también importan y mucho la credibilidad y la legitimidad que los propios partícipes del proceso le confieren (votantes y partidos), y el cuidado que hacen de él a lo largo de todo el proceso. Y esto último jamás lo puse en comparación.

Tampoco pretendí con mis comentarios referirme ni valorar al largo y complejo proceso político a través del cual se llegó finalmente al día de la elección, sino centrarme en lo que pude apreciar durante ese día en que finalmente se realizaron las elecciones, incluso a pesar de todas las dificultades.

Las valoraciones  de lo que pude ver y evaluar durante todo la jornada electoral (razon de mi asistencia) fueron presentadas ante el Frente Amplio, el cual emitió una declaración al respecto que me representa.

Volviendo a lamentar y disculpándome por hacerte leer en este espacio, tan incómodo para escribir a las apuradas (celular) y leer, te hago llegar un saludo. Espero que, al menos, aunque puedas  mantener tu opinión ante estas palabras, sí puedas aceptar de mi parte que estoy lejos de creer lo que el título de tu blog señala.

Pablo Álvarez


Otras entradas: Caraguatá: una tatucera, dos vidas.

16.12.23

Caraguatá. Una tatucera. Dos vidas.

El Caraguatá fue el mayor refugio subterráneo del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros y su historia quedó signada por dos episodios trágicos. Allí fue asesinado por el MLN-T el peón rural Pascasio Báez. Y allí fue herido de muerte por el Ejército el integrante del MLN-T, Walter Sanzó. El libro reconstruye la historia del "Caragua" en base a documentos históricos y a los testimonios de protagonistas de estos y otros hechos allí ocurridos, y pone especial foco en ambos casos. Hay dos testimonios que sobresalen por sobre los demás: los de Ismael Bassini Campiglia y Enrique Osano Larrosa. Tanto es así que el subtítulo "Una tatucera. Dos vidas" puede entenderse como una alusión a las muertes de Pascasio Báez y Walter Sanzó, pero también a las vidas de Bassini y Osano. El libro es una historia del Caraguatá y al mismo tiempo es una biografía de estos dos militantes históricos del MLN que nunca antes habían hablado en público de estos temas.
Libro Caraguatá, de Leonardo Haberkorn

  Texto de la contratapa En Caraguatá. Una tatucera. Dos vidas, Leonardo Haberkorn presenta una rigurosa investigación periodística sobre los trágicos hechos ocurridos en el mayor de los refugios del MLN-T, la joya de la corona tupamara, el escondite subterráneo construido en la cabaña Spartacus, cerca de Pan de Azúcar. El libro ilumina como nunca antes dos casos funestos que ensombrecen la historia del Caraguatá. Uno de ellos es un episodio central en el periplo del MLN-T: el asesinato del peón rural Pascasio Ramón Báez Mena. El otro es un acontecimiento hoy casi olvidado: la muerte del tupamaro Walter Sanzó a manos de los militares durante el asalto a la tatucera. Dos de los tupamaros implicados directamente en estos eventos, Ismael Bassini y Enrique Osano, quienes hasta ahora habían guardado un silencio absoluto sobre lo que vivieron en la cabaña Spartacus, toman la palabra. Sus versiones contrapuestas se entretejen aquí con las voces de otros implicados —entre los que se cuentan varias fuentes militares— que Haberkorn ordena para elaborar un relato coral, tan lúcido e incisivo como revelador y necesario.

2.2.22

Manini Ríos y los "intereses inconfesables"

“Hay medios que se tomaron en serio su papel de sicarios al servicio de intereses inconfesables”, escribió en Twitter el senador Guido Manini Ríos respecto al semanario Búsqueda.
La cita llamó la atención por su virulencia. Un sicario es un homicida de la peor calaña, que asesina solo por dinero. Hay países donde se los ejecuta o se los encierra de por vida.
Hay un fiscal investigando a hinchas de fútbol por fomentar la violencia en las redes. El senador Manini Ríos -salvo que quiera promover la violencia contra la prensa- debería reflexionar sobre el lenguaje que usa.
Los cronistas de Búsqueda merecieron esa calificación por divulgar una grabación clandestina en la cual el diputado Eduardo Lust dice que la mitad de los integrantes de Cabildo Abierto fueron torturadores.
¿La cinta es verdadera? Sí. Lo admitió el propio Lust.
¿Entonces por qué se enoja tanto el senador? En todo caso, debería enojarse con Lust y no calificar de asesinos a sueldo a gente que solo está dando una noticia verdadera.
Manini dijo que a los “sicarios” de Búsqueda “todo les sirve: inventar o tergiversar hechos, pagar por grabaciones de conversaciones privadas sacadas de contexto, promover divisiones internas...”
Vayamos paso por paso:
Inventar: no en este caso. La grabación es verdadera.
Tergiversar hechos: no en este caso. La cita es muy clara y textual.
Pagar por grabaciones de conversaciones privadas: El director de Búsqueda dijo que no se pagó por la cinta. Si el senador tiene pruebas en sentido contrario debería presentarlas. Pero aún si así hubiera sido, los dichos seguirían siendo reales y verdaderos. No amerita tanto enojo con los periodistas y mucho menos instigar a la violencia pública llamándolos “sicarios”.
Manini agregó que Búsqueda se mueve por “intereses inconfesables”.
Es un latiguillo que usa en forma recurrente.
El 18 de mayo de 2017, en la celebración del aniversario del Ejército y siendo su comandante en jefe, dijo: “Vivimos tiempos complejos: tiempos de odios que parecen inextinguibles, muchas veces alentados por intereses inconfesables, en un mundo en que campea la violencia irracional, donde no existe rincón alguno que esté libre de conflicto, o de ser escenario de algún acto de terrorismo”.
Un año después, al celebrarse la misma fecha, agradeció a los soldados “por no reaccionar ante la provocación de aquellos que respondiendo a intereses inconfesables viven de la confrontación".
El 24 de octubre de 2019, ante el pedido de procesamiento del fiscal Morosoli por el caso Gavazzo, dijo que Uruguay está “cada vez más en manos de las mafias del narcotráfico, y de otros intereses inconfesables".
El 31 de enero de 2020 escribió en Twitter: “Las grandes falsificaciones y tergiversaciones de la realidad suelen usar la careta de la seriedad periodística, ocultando los verdaderos e inconfesables intereses”.
El 8 de julio de 2020 habló por zoom en el festejo del 103 aniversario de La Mañana. Dijo que ese semanario “no obedece a ningún interés de los que llamamos inconfesables, sino que es el pensar nacional que a todos nosotros nos impulsa, ese artiguismo que queremos mantener siempre presente”.
El 28 de agosto de 2020, puso una imagen del tratado Berlín-Moscú previo a la Segunda Guerra Mundial y escribió en Twitter: “La historia se repite...Órganos de prensa de la derecha como Búsqueda, se suman a otros supuestamente de izquierda, y al Partido Comunista, para atacar con furia un día sí y otro también a Cabildo Abierto... Solo sus inconfesables intereses los unen”.
El 3 de febrero de 2021, ante el pedido del Frente Amplio de renuncia del director del Banco República en representación de Cabildo Abierto, Pablo Sitjar, dijo que éste era "víctima de una campaña de desprestigio" movida por “intereses inconfesables".
29 de abril de 2021, ante críticas políticas que recibía Cabildo Abierto señaló que cuando “aquellos que representan intereses inconfesables nos tratan de esa manera, es porque Cabildo Abierto está afectando poderosísimos intereses”.
El 14 de julio, en una sesión del Senado, en el 150 aniversario del nacimiento de José Enrique Rodó, dijo sus ideas han sido falseadas “obedeciendo intereses inconfesables”.
El 8 de diciembre de 2021, respecto a la no vigencia de la ley de Caducidad, dijo: “Los intereses inconfesables hacen carroña de nuestra debilidad y aprovechan para lograr sus objetivos, que inevitablemente pasan por perpetuar la división y el odio entre uruguayos”.
Los intereses inconfesables son también una constante en los editoriales de La Mañana. Por poner solo un ejemplo, el 7 de agosto de 2020, al abogar por una amnistía para los militares condenados por violaciones a los derechos humanos en la dictadura, La Mañana afirmó: “Los personeros de los oscuros e inconfesables intereses foráneos tendrán también letrados, bien remunerados que argumenten opiniones opuestas”.
O sea: los “intereses inconfesables” actúan aquí y allá, promueven la guerra en el mundo, el terrorismo, la división de los uruguayos, la prisión de militares de la dictadura y la malinterpretación de la obra de Rodó. Mueven los hilos de la prensa y de quienes critican a Cabildo Abierto.
¿Qué más sabemos de estos todopoderosos “intereses inconfesables”? Poco. Al parecer tendrían que ver con el narcotráfico y estarían en las antípodas del artiguismo.
Otros integrantes de Cabildo nos dan más pistas. Por ejemplo, el suplente de Manini en el Senado, el coronel retirado Emilio Sequeira, escribió en Twitter el 8 de noviembre de 2020, que “hay muchos ‘Organismos Internacionales’ como la CIDH (Comisión Interamericana de Derechos Humanos) que desde un escritorio lujoso casi sin conocerlo y valiéndose de relatos falseados, emiten declaraciones entrometiéndose en la política interna de los países, cumpliendo designios inconfesables”.
El 24 de octubre de 2021, La Mañana publicó una carta de un lector: “Las fuerzas que buscan el desmembramiento del Estado trascienden a los partidos políticos. Son estos intereses inconfesables los que vía ONG, organismos internacionales y consultorías rimbombantes condicionan a las autoridades de turno con ‘innovaciones’ y otros sofismas en su incesante búsqueda de la división”.
O sea que los organismos internacionales y las ONGs también integrarían “los intereses inconfesables”.
Los principales voceros de Cabildo Abierto sostienen que no son un partido de derecha radical o extrema. Sin embargo, el politólogo argentino Franco Delle Donne, especializado en este tema, sostiene que estos partidos tienden a presentar a sus adversarios políticos como “actores que ocultan algo”.
“Esta frase de los ‘intereses inconfesables, de que hay algo que está por detrás, es una forma de generar una dinámica típica de los discursos populistas: poner a las élites como enemigas del pueblo porque no lo cuentan todo y obedecen intereses oscuros”, dijo Delle Donne. “En contraposición está el líder populista, que al denunciar esto se pone del lado del pueblo perjudicado por las supuestas mentiras del resto de la elite. Es algo muy común en los partidos de derecha radical, aunque no exclusivo. Partidos de otras ideologías también usan ese discurso binario”.
Delle Donne agregó que la derecha radical muchas veces acusa a la prensa de seguir estos “intereses inconfesables” porque suele ser incluida como parte de la “elite oscura”.
Acusar a sus rivales de seguir “intereses inconfesables” no es una originalidad de Manini Ríos. Lo solía hacer Juan Domingo Perón y también lo hicieron Hugo Chávez y Dilma Roussef.
En línea con Delle Donne, años atrás, en un artículo en El País de Madrid, el escritor catalán Joan B. Cullá escribía: “El populismo se caracteriza –escribió- por halagar o excitar los instintos populares más primarios, por despreciar o denostar a las élites (ya sean las intelectuales, las económicas, las sociales...), por no admitir la crítica, por cultivar el simplismo y el maniqueísmo (nosotros poseemos toda la verdad y la razón, ellos están completamente equivocados, o los mueven intereses inconfesables)”.
Cada vez que Manini Ríos dice que sus adversarios actúan por “intereses inconfesables” mientras él es guiado por el ideario de Artigas, plantea el debate así: él es el bien (artiguismo) y los otros son un mal tan malo y oscuro que ni siquiera puede ser dicho (inconfesable).
Dado que es una persona preparada e inteligente, y salvo que su intención sea dividir al país en buenos y malos, el senador Manini Ríos debería recurrir a mejores argumentos.
¿Manini conoce medios de prensa que sean financiados por el narcotráfico u otras mafias internacionales ilegales? Debería denunciarlos ante la Fiscalía. ¿Manini conoce medios de prensa que son financiados por ONGs u organismos internacionales legales, y para él es lo mismo eso que ser financiado por el narcotráfico? Debería explicarse. ¿Cuál es la información? ¿Cuáles son los argumentos?
Hace muchos años, en mis inicios como periodista, asistí a una conferencia de Luis Moreno Ocampo. El tema era la corrupción y allí el abogado argentino dijo una frase que me quedó grabada: una clave para detectar políticos corruptos es que muchos de ellos se la pasan denunciando la corrupción. Poco después la regla se materializó en Fernando Collor de Mello, que llegó a la presidencia de Brasil con un fuerte discurso anticorrupción y debió renunciar por corrupto. Y luego en muchos más.
No voy tomar al pie de la letra a Moreno Ocampo para terminar cayendo en lo mismo que critico. No diré que Manini Ríos actúa guiado por “intereses inconfesables”. No lo creo. Pienso que el uso recurrente de esa frase maniquea y binaria es solo una muletilla, un latiguillo, una costumbre sobre la que ha reflexionado poco.
Sería bueno para el debate político que el senador Manini Ríos sea más explícito. Que llame a las cosas por su nombre. Que señale a los que son financiados por mafias ilegales. Que dé el debate de ideas. Que argumente. Que explique. Que no que divida al mundo en buenos y malos.

Publicada en el diario El Este el 2 de febrero de 2022

10.9.17

Pero Sendic

Las denuncias en curso por su gestión en Ancap eran (y son) graves, pero la muerte política de Sendic comenzó a gestarse el día que le dijo al diario El Observador que no era licenciado, que nunca había cursado una verdadera licenciatura, y que por lo tanto el título que siempre había esgrimido era falso.
Pero la carrera de Sendic no murió ese día. Todavía hubiera podido salvarse si hubiera hecho lo correcto: reafirmarse en lo que le había dicho a El Observador, admitir su error, decir que todo había sido una equivocación involuntaria y que él había dicho la verdad cuando alguien le había preguntado por primera vez en forma explícita si era licenciado o no.
Pero Sendic no hizo eso.
Por el contrario, se embarcó en una serie de explicaciones contradictorias, dijo que sí era licenciado, anunció que mostraría el título, habló de cursos que había dado y otros que daría, de reválidas, trámites en Cuba y en Uruguay, una letanía de argumentaciones que solo empeoraron las cosas.
Con el paso de los días, las semanas y los meses, quedó claro que el título nunca iba a ser presentado porque no existía. ¡Ni siquiera había una licenciatura en genética humana en Cuba!
El efecto sobre la imagen de Sendic fue demoledor. Ya no solo se trataba de una persona que había mentido una vez sobre su currículum. Ahora era visto como alguien capaz de mentir una y otra vez, incapaz de reconocer sus propios errores, un camandulero dispuesto a embarullarlo todo con tal de salvarse.
Pero Sendic todavía, quizás, habría podido salvar su malherida carrera si se hubiera percatado del rumbo equivocado que había tomado, hubiera vuelto sobre sus pasos, admitiendo su error y pidiendo disculpas.
Pero, apoyado por gente muy importante que le decía que el camino suicida que estaba tomando era el correcto, Sendic no hizo eso.
La senadora Constanza Moreira, por ejemplo, dijo que las críticas que estaba recibiendo el vicepresidente se debían a que era perseguido por "una jauría" y sostuvo que el Frente Amplio tenía que respaldarlo y "punto".
El expresidente Mujica apuntó a minimizar el tema de fondo (la honestidad). Señaló:  “No creo que votemos a alguien porque sea ingeniero, ni porque sea doctor”. Y agregó: "Es la gente que dice que es licenciado. No le doy ninguna importancia”.
La senadora Lucía Topolansky anunció que el título existía porque ella lo había visto.
Raúl Sendic
Foto: Presidencia  
El Plenario del Frente Amplio lo ovacionó y dijo que todo era un complot golpista de la oposición y la prensa, luego de haber escuchado a Sendic pedir disculpas... porque "quizás" había cometido un error al poner en su currículum un titulo que "no estaba documentado en Uruguay" pero él estaba tratando de "reconstruir" en Cuba...
Días después de semejante papelón, el presidente Tabaré Vázquez lo recibió en un consejo de ministros con un efusivo abrazo.
Envalentonado por semejantes respaldos, sin nunca haber aclarado el tema, ni asumido su verdadero error, ni pedido sinceras disculpas, Sendic dijo que el asunto de su licenciatura estaba "cerrado".
Allí murió la credibilidad de Sendic. Ya no quedó nada. Era demasiado para una opinión pública que ya seguía el asunto con una mezcla de estupor, hilaridad y vergüenza ajena.
Cuando los temas de Ancap comenzaron a acumularse sobre la mesa, cuando aparecieron los gastos de tarjeta corporativa, Sendic intentó defenderse diciendo que todo lo había hecho en el marco de sus funciones.
Más que nunca hubiera necesitado tener una voz que fuera oída, pero ya no tenía credibilidad alguna. Siguiendo los consejos equivocados, había gastado hasta la última gota de confianza que alguien había podido tener en su palabra.
Y un político al que nadie le cree, ya no puede defenderse de nada.
Hasta los niños lo saben: es la fábula del pastor mentiroso.
Apenas minutos después de la renuncia de Sendic a la vicepresidencia, Mujica estaba diciendo que todo había sido por un par de calzoncillos.

6.9.17

Más allá de Sendic

Sendic tiene tres grandes frentes abiertos: su inexistente título de licenciado en genética, sus decisiones como presidente de Ancap y el uso que hizo de las tarjetas corporativas de esa empresa estatal.

El título

Raúl Sendic, Ancap, licenciado
Foto: prensa Senado
A esta altura está claro que Sendic no es licenciado y que mintió durante años cuando se presentó de esa manera, e incluso cuando hizo alarde de su condición de licenciado en genética humana en el Parlamento.
Fue el propio Sendic quien le dijo a la periodista Patricia Madrid, en El Observador, que nunca había cumplido una verdadera licenciatura.
Luego, en lugar de mantenerse en eso, de disculparse y decir que él había dicho la verdad la primera vez que alguien le había preguntado concretamente por el punto, fue y vino, dijo que sí era licenciado, que mostraría el título, habló de reválidas, de cursillos dados y cursos futuros, que sí, que no, todo un fárrago de explicaciones contradictoras que solo empeoraron su situación.
El título nunca apareció. Se demostró que la carrera en la que durante años dijo haberse licenciado ni siquiera existe en Cuba.
Que un político -un vicepresidente y presidente del Parlamento- mienta en algo tan concreto, personal y tangible no es un tema menor. La mentira lo tiñe todo. Siembra el descrédito, la desconfianza. Es imposible construir sobre ella.
La mentira de Sendic arrastró hacia ese fango a todos los que salieron en su defensa.
A la senadora Lucía Topolansky, que dijo que había visto el inexistente título. A la fiscalía y la justicia que, con una sorprendente interpretación del código penal, determinaron que Sendic no había incurrido en el delito de usurpación de título porque la carrera de licenciado en genética humana no existe en Uruguay. Y al Frente Amplio todo, porque su plenario -en lugar de hacer lo que correspondía- se mintió a sí mismo, desconoció los datos de la realidad y afirmó que todo era un complot golpista de la prensa y la oposición.
Con ese elevadísimo costo para su partido y para las instituciones, Sendic logró sortear la crisis de su falsa licenciatura ante su partido y ante la ley.
Pero no ante la opinión pública, donde todo el mundo tiene muy clara la verdad.

Tarjetas corporativas

Los otros dos frentes de Sendic están vinculados entre sí y tienen que ver con su gestión en Ancap, pero son radicalmente distintos en su alcance e importancia.
De lo que estamos hablando hoy es del uso que hizo Sendic de la tarjeta corporativa de la petrolera, con las que hizo compras insólitas para un presidente de una empresa pública y que el propio Sendic no pudo explicar ante el Tribunal de Conducta Política del Frente Amplio, que analizó este caso.
De lo que se habla menos es de algo más importante: el manejo de dinero en las compras e inversiones de Ancap mientras Sendic fue su presidente, que terminaron generando un agujero de casi 900 millones de dólares.
Eso no ha sido analizado por el Frente Amplio. Está en manos de la justicia penal porque lo denunciaron los partidos de la oposición.
Ambas cosas tienen relación con Ancap y con Sendic, pero no son iguales.
Cuando Sendic decidió adquirir un short en La Paloma con dinero de Ancap es de suponer que no consultó con nadie más, que por algún motivo poderoso decidió que estaba en su derecho a usar ese dinero público para ese curioso fin.
Lo mismo cuando pasó la tarjeta de Ancap por la caja en Devoto, en Divino y en tiendas de ropa y aparatos electrónicos en distintos lugares del mundo.
No es un asunto menor. Porque los funcionarios públicos -incluso los más elevados- no deben olvidar que el dinero que manejan es el de todos, que deben rendir cuentas de lo que hacen, que el Estado no es su feudo.
Es importante también porque con las carencias que padece el Estado uruguayo en áreas básicas, como salud, seguridad, justicia y enseñanza, indigna que el dinero se gaste en shorts de baño.
Pero estos fueron actos individuales. Hechos protagonizados por un individuo que decía ser licenciado de una carrera inexistente. Anécdotas.

Ancap

Lo que pasó en la gestión de Ancap, en cambio, no es una anécdota. No es anecdótico que el Estado haya tenido que poner 872 millones de dólares para que la compañía no quebrara, tal era su déficit.
No es anecdótico que todos los uruguayos estamos pagando hoy, cada día, de modo directo o indirecto, uno de los combustibles más caros del mundo para tapar este agujero. Y que esa contribución al salvataje de Ancap nos chupe parte de nuestros sueldos.
Semejante déficit no se generó por decisiones aisladas, curiosas, individuales de Raúl Sendic. Primero, porque en Ancap existía un directorio, también integrado por la oposición.
Segundo, porque la magnitud de los negocios e inversiones emprendidos por la mayor empresa pública del Uruguay durante la presidencia de Sendic, no podía ser desconocida para el presidente José Mujica ni para el vicepresidente Danilo Astori ni para el equipo económico y otras autoridades.
Cuando el dinero de todos los uruguayos se usó para comprar un short en La Paloma, todos pueden decir que no sabían.
Pero no pueden decir lo mismo de la millonaria campaña publicitaria en televisión de Ancap, pagada con dinero público y cuyo eslogan luego fue usado por el propio sector de Sendic.
No pueden decir lo mismo de la millonaria fiesta que realizó Ancap con nuestro dinero en honor de la entonces presidente argentina Cristina Fernández.
Y los ejemplos podrían seguir con los negocios de la cal, los contratos con la Armada, ALUR, etc, etc.
El plenario del Frente Amplio analizará el sábado el "caso chico" de Ancap (el short de La Paloma y las otras compras) pero estará sobrevolando el "caso grande" (872 millones de dólares).
El propio dirigente y exsenador del MPP Ernesto Agazzi dijo a Montevideo portal respecto a cómo analiza el expresidente Mujica la actual situación: "Mujica era el superior jerárquico de Sendic, cuando él era presidente de la República y Sendic el director de Ancap. Creo que el enfoque de Mujica es ese y él tiende a mirarlo desde ahí".
Hablando de otro desastre de gestión pública, Mujica había dicho que se haría responsable de todo lo ocurrido en Pluna.
Pero, a la hora de la verdad y ante la justicia, no fue así y los únicos responsables fueron Fernando Lorenzo y Fernando Calloia, sacrificados por la causa.
¿Pasará lo mismo en Ancap?
Son los cálculos que algunos están haciendo esta semana: en estas horas el "caso grande" de Ancap explica muchas de las posiciones del "caso chico".
¿Quién pagará? ¿Quién se hará responsable? ¿Qué podemos hacer para que el incendio no siga creciendo? ¿Hasta dónde llegará la historia?

20.2.17

Alejandro Atchugarry

Lo solía ver haciendo las compras en el supermercado. Flaco, desgarbado, vestido como uno más, de short y zapatillas en verano, desaliñado a veces. Pero no para hacer bulla con eso o para hacerse el pobre o el popular, sino porque era así: sencillo, austero, sin la más mínima pose.
Para quien no lo conocía, los jóvenes o los turistas, nada transmitía que ese hombre era uno de los políticos más respetados del país, uno de los poquísimos políticos apreciados por casi toda la ciudadanía.
A pesar de que intentaba pasar desapercibido, algunas personas lo saludaban. Él siempre respondía con pudor y una sonrisa.
La última vez que lo vi fue hace unas pocas semanas en la Tienda Inglesa de Lagomar. La misma pinta de siempre. Un hombre se acercó, le dio la mano y le dijo "Gracias".
Yo se lo mostré a mi hija:
-¿Ves ese flaco ahí, vestido así nomás? Ese hombre, aunque no parezca, fue diputado, senador y ministro. Fue el ministro de Economía en el peor momento de la peor crisis que pasó el Uruguay. Parece increíble, en este país siempre tan dividido, pero lo aprecian en todos los partidos.
Quería que ella viera en la figura de ese flaco, que todo eso es posible.

alejandro atchugarry

13.7.16

Por si mañana llegan los marcianos

El diario La República, que es oficialista, adhiere al paro general de mañana jueves, que es contra el gobierno.
No sé si habrá un antecedente en el mundo de un diario oficialista que haga un día de huelga contra el gobierno al que apoya sin fisuras los otros 364 días del año.
Según el comunicado difundido por la Asociación de la Prensa del Uruguay, los trabajadores de La República se suman al paro ya que solo les han pagado el 30% del salario de junio y les deben aguinaldos y salarios vacacionales, "entre otras irregularidades".
Eso -a mí que trabajé allí y padecí tales "irregularidades"- no me extraña. Pero si aterrizara un marciano hoy aquí le costaría entender cómo es posible que el diario oficial de la izquierda uruguaya trate tan mal a sus propios trabajadores.
Querido señor marciano, le tengo una noticia que le resultará desconcertante: esto no es algo de hoy, producto de cierta crisis o circunstancia especial. Eso ha ocurrido siempre. Este diario, que se ha proclamado siempre de izquierda y ha sido bendecido como tal siempre por políticos que dicen ser de izquierda, y que ha gozado de la benevolencia estatal, siempre ha tratado mal a sus empleados. Lo ha hecho desde el mismo día de su fundación y así siempre, desde hace décadas. Podría decirse que en Uruguay ninguno de los abominables medios de prensa de la derecha ha tratado nunca tan mal a sus trabajadores como lo ha hecho el diario oficialista de izquierda.
Señor marciano, no se sienta mal. Esto es Uruguay. Nos mentimos tanto, tanto, tanto, siempre, que ya ni nosotros mismos somos capaces de entender lo qué pasa.
Ni qué somos.
Ni a dónde vamos.
Since 1828.

*
Posdata:

Pobre marciano.

28.4.15

Dos versiones opuestas no pueden ser verdad al mismo tiempo

Creo que debería aclararse el caso de Alejandra Martínez Motta, hija del senador y candidato a intendente Daniel Martínez y de Laura Motta, consejera del Codicen.
Todo comenzó hace unos días con una denuncia de la Asociación de Funcionarios de la Universidad del Trabajo del Uruguay (Afutu). Según el sindicato, Alejandra Martínez fue agraciada con una "designación directa" como coordinadora del departamento de Diseño del Espacio Sarandí, una dependencia de UTU.
La denuncia fue desmentida en forma tajante por Wilson Netto, presidente del Codicen. El funcionario dijo que Martínez Motta fue designada tras ganar un llamado público. "En este tema de la hija de Martínez hay una desinformación muy grande", sostuvo Netto. "Ella ha presentado un proyecto de trabajo, está a cargo del proyecto de diseño y hubo un llamado en el que obtuvo el primer lugar".
Pero en la prensa de hoy vemos que la diputada Graciela Bianchi, del Partido Nacional, tercia en apoyo de la versión del sindicato. Exhibiendo la documentación de la contratación, la legisladora sostiene que no hubo concurso y que todo es un "curro" para "acomodar a una persona".


Uruguay es cada vez más el país donde dos versiones opuestas son "verdad" al mismo tiempo: el agua que sale de la canilla es potable y es un peligro para la salud, los refugiados de Guantánamo son libres de salir cuando quieran y no pueden ni siquiera viajar a Buenos Aires; las negociaciones del TISA fueron informadas y secretas en forma simultánea.
Ahora se suma el caso de Martínez Motta.
Sería bueno que se aclarara. Está en juego el honor de muchas personas.
Como pasa con el agua, los refugiados de Guantánamo y el acuerdo TISA, alguien está diciendo la verdad y alguien no.
No nos hagamos más trampas: dos versiones opuestas no pueden ser verdad al mismo tiempo.


2.11.14

Diez apuntes sobre las elecciones

Diez cosas que me atrevo a decir sobre las elecciones.
1) Un porcentaje importante de uruguayos nace a la vida política con una camiseta y muere con ella, a pesar de todo. Se quejan, se escandalizan incluso, pero al final votan lo mismo. Eso reduce los costos que los gobiernos pagan por sus errores y horrores.
2) Los que no tienen la camiseta puesta, deciden su voto según motivos varios, pero el principal en el mundo entero es el económico. Desde que asumió el Frente Amplio, crecieron los salarios de empleadas domésticas, obreros de la construcción, maestros, policías, trabajadores rurales y un largo etcétera. Todavía hay muchos salarios muy modestos, demasiados, más de los que algunos dirigentes del Frente Amplio gustan admitir, menos aún en esta hora de euforia. Pero, en promedio, antes eran peores. ¿Alguien que hoy vive mejor cambiará su voto por el escándalo de Pluna? No creo.
Mujica elecciones Uruguay
Vota el presidente Mujica. Foto: Presidencia del Uruguay.
3) Lo anterior explica también el triunfo del Frente Amplio en departamentos donde antes arrasaban los blancos. Un colega que recorre el interior me dijo sobre la alta votación del Frente Amplio en pueblos del interior profundo. "Ahí votan los trabajadores rurales que ahora tienen una ley que reduce a ocho horas su jornada de trabajo, que multiplicaron su sueldo, que ahora se pueden comprar una moto y un teléfono celular, acceden a internet y conocen lo que pasa en el resto del país y en el mundo. De esos pueblos, además, salen muchas de las empleadas domésticas del país".
4) Además de la gente que mejoró su salario, están los que reciben ayuda económica directa. Esos menos que menos van a cambiar de voto.
5) A la hora de definir el sufragio, el único asunto capaz de competir en un plano de cierta igualdad con el económico es el de la seguridad ciudadana. Ese tema también importa y es notorio que una buena parte del electorado no está conforme con la situación actual. Muchos apoyaron el plebiscito para que los adolescentes de 16 y 17 fueran juzgados como adultos si cometían delitos graves no tanto por el proyecto concreto en sí, sino porque reclaman más seguridad.
El plebiscito permitió una cosa curiosa: se podía votar al mismo tiempo al partido que reparte ayudas sociales y mejoró los salarios (Frente Amplio) y por un aumento de la seguridad pública (papeleta del Sí). Hubo miles de estos votos.
Quizás, entonces, el plebiscito terminó por ayudar al Frente Amplio y le dio una válvula de escape al mayor problema que tenía en la elección (y que sigue teniendo hoy todavía).
6) Las encuestadoras y algunos politólogos dicen que la educación es la otra gran preocupación de los uruguayos. Pero la educación, cuyo desbarranque comenzó con los partidos tradicionales y continuó con el Frente Amplio, en el fondo no le importa mucho a nadie. Los padres no marchan por 18 de Julio protestando porque su hijo atravesó todo el liceo y no sabe escribir una carta en castellano, de hablar inglés ni hablamos. Los padres nunca se quejan cuando sus hijos se quedan sin clases porque faltan los docentes ni por el enésimo paro de profesores. Darle una educación de calidad a los pobres para que sus hijos puedan mejorar más allá de los modestos horizontes que hoy se festejan es un enorme debe del Frente Amplio. Pero, mientras haya dinero para parar la olla, nadie lo piensa en esos términos. No nos engañemos: en Uruguay nadie cambia su voto por la educación.
7) Los casos de corruptela y corrupción le importan mucho solo a un electorado ilustrado, minoritario, que sigue las noticias al detalle todos los días. Dentro de ese mundo, hay gente que se molesta y patalea, pero no cambia su voto (ver punto 1). Fuera de ese sector informado, mucha gente ni se entera, más aún si la mayor parte de la oposición decide no hablar de ellos.
Hay muchos ejemplos de como estos casos no deciden las elecciones, no solo en Uruguay sino en el mundo. Menem fue reelecto en Argentina. Berlusconi ganó mil veces. El matrimonio K lo mismo, a pesar de su enriquecimiento. El PT acaba de ganar en Brasil por cuarta vez, a pesar de tener un rosario sin fin de escándalos mayúsculos y muchos importantes dirigentes presos por corruptos.
8) Se habla de que el Frente Amplio tiene una hegemonía cultural que aprovecha en las urnas. Creo que es una verdad a medias. La hegemonía cultural en Uruguay la tiene la izquierda, el progresismo, el igualitarismo, el viejo batllismo original de Don Pepe, el que Jorge Batlle anunció que enterraría y por supuesto no pudo, la idea de que el Estado tiene que ser el escudo de los pobres, como decía José Batlle y Ordóñez. Ese ideal lo aprovechó durante décadas el Partido Colorado, que lentamente, lustro a lustro, se fue corriendo hacia la derecha hasta llegar a la posición que hoy ocupa: es la opción electoral más derechista disponible y por eso vota tan mal. Hoy el partido que más sintoniza el ideal progresista e igualitarista del uruguayo promedio es el Frente Amplio, y los votantes de centroizquierda que resisten en minoría dentro de los partidos tradicionales cada vez son menos. Pero esta elección también mostró una brecha en esa lógica: quedó claro que se puede ser de centroizquierda o de izquierda y no votar al Frente: hubo muchos votos nuevos al Partido Independiente, a la Unidad Popular y al PERI. Hasta el Partido de los Trabajadores, que nunca llegaba a mil votos, esta vez pasó los 3.000. El PI y la UP también resultaron victoriosos en esta elección, en la que todos los que honestamente pueden decir que ganaron están a la izquierda del centro.
9) Los partidos tradicionales hoy no entienden el punto 8.
10) Tomando las palabras del politólogo Daniel Chasquetti "el problema de buena parte del Frente es que tiene poco republicanismo". Es un problema importante y de difícil solución, porque esa falta de republicanismo está en los genes de algunos -no todos- los grupos que componen la coalición. Pero si el Frente no tuviera ese problema, y en vista de los puntos anteriores, le podría ir todavía mejor.

17.10.14

Dejen vivir

No veo hordas de colorados persiguiendo a Glenda Rondán o a Alberto Scavarelli por haber abandonado su partido y adherido al Frente Amplio, y por haberlo hecho público y haber participado de actos de propaganda de su nuevo partido.
Y supongo que a todos los que leen les parece bien que así sea, que nadie castigue a Rondán o a Scavarelli por ejercer su legítimo derecho de elegir lo que creen mejor para el país y de hacer lo que se les canta la gana.
Scavarelli al Frente Amplio
Sendic, Vázquez, Scavarelli
Entonces, ¿por qué no dejan que Hoenir Sarthou también elija libremente lo que desea votar? ¿Por qué no aceptan que comunique sus decisiones a quién quiera y del modo que más le guste, lo mismo que los buenos de Glenda y Alberto?
Obviamente, las decisiones políticas de una persona pública como Sarthou pueden ser discutidas. Pero lo que no se puede aceptar es la descalificación moral, el agravio personal, las amenazas y la presión para que se calle.
Ya bastante malo es andar por la vida considerando tener el monopolio de la verdad y la ética, creyendo que el cien por ciento de la verdad se acumula en una sola opción (la propia), como para además erigirse en censor de lo que deciden todos los demás.
Lo que algunos están haciendo con Hoenir Sarthou me recuerda lo muy triste que algunos hicieron, años atrás, con Hugo Batalla.
El fanatismo talibán no sirve para la democracia.
Acepten que la verdad no es una sola, que está repartida.
Crezcan.
Y si no pueden, por lo menos dejen que la gente sea libre.

10.10.14

Un país que no debate

Algún día Uruguay alcanzará la madurez política para tener un verdadero debate presidencial, con todos los candidatos. Hoy no la tiene.
El "ateneo" organizado ayer por los canales privados de televisión estuvo lejos de ser un debate. El formato elegido aportó poco: no hubo preguntas y cada candidato pudo decir cualquier cosa, incluso la más disparatada, sin que nadie tuviera la oportunidad de rebatirla, discutirla, matizarla o apoyarla. Eso, que es la gracia de la democracia, estuvo ausente.
Para peor, faltó el expresidente Tabaré Vázquez, el candidato que marcha primero en las encuestas.
Las razones por las que Vázquez se ausentó son difíciles de entender. Había dicho antes que no participaría de debates, pero sí de exposiciones del tipo del ateneo de ayer. Andebu -con su facilidad histórica para acomodarse- cambió el formato por el meramente expositivo. Pero Vázquez igual no fue, a pesar de que el programa no presentaba ningún riesgo.
La única jugada política del monocorde ateneo fue el desafío de Pedro Bordaberry a Luis Lacalle Pou para debatir en serio entre ellos. Ante cámaras, lo retó a discutir ellos dos solos, porque una polémica entre todos los candidatos sería imposible. "Tantos no podríamos hacerlo, no daría el tiempo", dijo Bordaberry.
Es muy curioso, pero yo vi la semana pasada el debate presidencial de Brasil, en la TV Globo. Participaron los SIETE candidatos presidenciales. Y sí dio el tiempo. Los candidatos discutieron, polemizaron, se hicieron preguntas unos a otros: se recordaron aciertos, errores, promesas electorales incumplidas, casos de corrupción, políticos procesados y presos.
El de Brasil fue un debate en serio. Los candidatos se dijeron cosas duras, pero ninguno se negó a responder o le pidió un aparte a otro para que moderara sus dichos. Nadie se escudó en su posición en las encuestas.
Acá es muy distinto.
Debate 1980 - Si -No
Viana Reyes, Bolentini, Tarigo y Pons Echeverry 
Vázquez no quiere debatir con Lacalle porque le va ganando.
Lacalle no quiere hacerlo con Bordaberry porque le va ganando.
Bordaberry quiere debatir con Lacalle, pero no con los que vienen abajo, a los que les va ganando.
Ningún debate se concreta porque negarse sale gratis. La ley no obliga a aceptar el desafío y el electorado tampoco. Los uruguayos del partido que sean no castigan al candidato que rehuye la confrontación de ideas. ¿Qué sentido tiene debatir entonces?
Los debates se hacen en todas las democracias maduras. En Uruguay los hubo y varios de ellos fueron memorables, incluso en la dictadura: el coronel Bolentini y el consejero de estado Viana Reyes debatieron frente a las cámaras de televisión con dos políticos -Enrique Tarigo y Eduardo Pons Etcheverry- que sostenían la heroica posición del No en el plebiscito de 1980. En Brasil, en estas elecciones, hubo CINCO debates presidenciales, sin contar los que se hicieron para las elecciones a gobernador. Acá no se pudo organizar uno.
Eso sí: mucha propaganda electoral.
Esa no se le escapa a Andebu.


El último de los debates presidenciales en Brasil.


23.9.14

Pobre Seregni

Escribí esto hace ya diez años, luego del entierro de los restos del general Líber Seregni.

En estos días se habla mucho del legado de Líber Seregni. Pero, en parte por la admiración que despierta el fallecido y en parte por la tradicional autocomplacencia uruguaya, se soslaya lo poco que su ejemplo es hoy tomado en cuenta.
Seregni había sido desplazado del liderazgo de su propio partido, el Frente Amplio. Su visión de la realidad era rechazada por la mayoría de sus dirigentes. Cuando el Frente cumplió 30 años le impidieron subir al estrado. Hace pocas semanas se le negó el honor de encabezar todas las listas en las elecciones internas. Antes, el diputado socialista Roberto Conde lo menospreció, llamándolo "otrora gran conductor". Los radicales lo acusaron de ser "servicial" y "colaboracionista" con el gobierno. Llegaron a insinuar que estaba chocho y preparando su regreso al Partido Colorado. El diputado Raúl Sendic preguntó: "¿no tiene algún amigo que le diga que se calle?". Ahora debe estar contento. Seregni no lo incomodará más.
Tantos agravios fueron producto de la sinceridad de Seregni, de su osadía de buscar el beneficio del país por sobre intereses electorales menores. Como la mayor parte del Frente Amplio, Seregni apoyó la redacción de la ley que permitía asociar a Ancap con capitales privados. Pero cuando vino la embestida sindical no se dio vuelta, como sí hizo la plana mayor de la coalición. Por ejemplos como ése fue que Seregni dijo más de una vez que el Frente Amplio no estaba preparado para gobernar.
Algunos de esos dichos fueron festejados por dirigentes de los partidos tradicionales, con una miopía que ya parece ceguera. No veían que el ejemplo de Seregni también los dejaba a ellos en falsa escuadra. ¿Qué partido tiene hoy políticos capaces de ir contra la corriente, de hablar con sinceridad de los problemas propios, de buscar la verdad sin consultar antes lo que dicen las encuestas? Los poquísimos que hay están tan aislados y en minoría en sus propios partidos como lo estaba Seregni en el Frente.
Seregni dedicó sus últimos años a su Centro de Estudios Estratégicos 1815, pero antes de morir tuvo la precaución de cerrarlo. Quizás sintió la certeza de que no habría nadie capaz de dirigirlo: la palabra "estrategia" provoca pavor en nuestros políticos. La nota de tapa de esta edición, que explica cómo décadas de desidia, improvisación y derroche terminaron en el actual desastre energético, es buena prueba de esta afirmación.
El Centro de Estudios Estratégicos 1815 hizo en 2001 un seminario sobre la reforma de las empresas públicas. Allí Tabaré Vázquez dijo que aceptaba la asociación de estas compañías con capitales privados. Después apoyó los plebiscitos de Ancap y OSE. Allí el presidente Jorge Batlle dijo que muchos de los que dirigían las empresas públicas no sabían nada. Después los dejó en sus puestos tres años más, hasta hoy. Allí todos los grandes dirigentes de los tres grandes partidos mostraron una gran coincidencia sobre cómo modernizar nuestro gran Estado; la prensa festejó con grandes titulares. Después no se pusieron de acuerdo en nada. Y no modernizaron nada.
Pobre Seregni. Le habría ido mejor si en lugar de un centro de estudios estratégicos hubiera creado uno de estudios para el clientelismo, o de marketing y fomento de las encuestas.
Líber Seregni
El frustrado aporte del Centro 1815 es apenas una faceta de la prolífica vida del general. Pero, por sobre sus luces y sombras, hay algo que eleva a Seregni a una categoría de héroe que ningún otro político de hoy puede aspirar. Fue aquel día de 1984, en el balcón de bulevar Artigas, cuando tras diez años de injusta prisión y ante la multitud excitada, Seregni usó un megáfono para pedir por la paz, por la construcción de un país mejor, por la democracia, y no por la revancha. "Ni una sola palabra negativa, ni una sola consigna negativa", exhortó. Y la multitud le hizo caso.
El gran ejemplo de la vida de Seregni es el de la tolerancia, el de haber dejado en un segundo plano sus dramáticas peripecias personales para ayudar a conseguir el bien común.
De eso hablaba Leonardo Guzmán en el cementerio cuando lo hicieron callar. El ministro había señalado que Seregni hizo "uno de los sacrificios más grandes y más notablemente llevados que hayan visto las generaciones hoy vigentes". Luego, quizás con algún rodeo excesivo pero en perfecta consonancia con el espíritu de Seregni, alcanzó a decir: "todos tenemos para perder en la confrontación". Entonces la silbatina y los cantos de miles de intolerantes lo obligaron a callar. Antes, algunos habían intentado que Stirling no pudiera entrar al cementerio. Otros le pegaron a Yamandú Fau y a su esposa.
El sectarismo es una plaga que mina la democracia uruguaya. Existe en todos los sectores y en todos los partidos. No puede sorprender que esa intolerancia aflore en el Frente Amplio, cuyos militantes de La Teja llegaron al repugnante extremo de obligar a abandonar el barrio a Hugo Batalla, el abogado que tuvo el coraje de defender a Seregni y a Sendic frente a la Justicia Militar en los tiempos más tenebrosos de la dictadura.
Pero que la intolerancia aflorara en el entierro de Seregni fue doblemente doloroso. Fue triste, como todo acto de fanatismo. Fue penoso porque mostró hasta qué punto el extraordinario ejemplo de Seregni no es comprendido, ni siquiera por los que se dicen sus seguidores.
Cuando Guzmán fue acallado, la televisión dejó de transmitir desde el cementerio. Ya no pudimos ver las imágenes de los políticos amontonados en primera fila para tratar de ganar un puntito en la encuesta de mañana. En los estudios de TV Libre, y con cara de consternación, el periodista Antonio Ladra dijo: la memoria del general Seregni no merecía un final así. Es cierto.
Que Seregni se haya muerto es triste. Pero lo que más duele es que nadie recoja su herencia.

Columna publicada en el suplemento Qué Pasa del diario El País el 7 de agosto de 2004.

15.8.14

Lo que nos tenía podridos

Esta columna la escribí en el suplemento Qué Pasa, del diario El País, en la edición del 1 de noviembre de 2003, en pleno gobierno de Jorge Batlle (Partido Colorado).
La recuerdo para algunos desmemoriados. Y para que quien así lo desee se ejercite y vea si el Uruguay cambió mucho o cambió poco en los casi once años que pasaron desde entonces.

Lo que nos tiene podridos

El título de tapa de esta edición de Qué Pasa choca. Y duele. Su origen está en la expresión del ex ministro y precandidato presidencial del Partido Nacional, Sergio Abreu, que dijo estar "podrido" del hueco debate sobre el plebiscito de Ancap. Su sentido es claro: no es EL Uruguay lo que nos tiene podridos, sino UN Uruguay.

Suplemento Qué Pasa tapa Uruguay
Ilustración de Noelí Seveso.
El Uruguay que nos tiene podridos no es todo el Uruguay, sino el Uruguay de las batallas electorales vacías, el Uruguay que no se puede poner de acuerdo en nada, el de los corporativismos salvajes. Un Uruguay cuya agenda política la fijan las encuestas y un sindicato de empleados públicos.

Nos tiene podridos el Uruguay del doble, del triple discurso. Un Uruguay donde el mismo senador que redacta una ley junta firmas para derogarla. Un Uruguay en el que los mismos que hablan de la eficiencia del Estado lo han llenado, clientelismo político mediante, de miles de empleados que sobran. El Uruguay de los ñoquis. El Uruguay donde hay funcionarios públicos que cobran su sueldo 11 años sin pasar por el trabajo. El Uruguay que tiene presidentes que le ponen la firma a tamañas aberraciones, y después ni siquiera dignan explicarse.

Nos tiene podridos el Uruguay que gasta sus escasos recursos sin prioridades. Un Uruguay que es incapaz de enseñar a leer y escribir correctamente a sus jóvenes. Un Uruguay con partidos políticos gobernados eternamente por los mismos. Un Uruguay donde las empresas del Estado las dirigen los políticos fracasados. Donde los que realizan negocios ruinosos para el Estado siguen tan campantes.

Nos tiene podrido el Uruguay donde a los que vacían un banco les dan otro para que lo intenten de nuevo. Nos tiene podridos un Uruguay donde siempre todo está mal, incluso pretender llevar 30 turistas a la isla de Lobos. Un Uruguay donde los que bloquean cada oportunidad, después se quejan del desempleo.

Nos tiene podridos el Uruguay frivolón de las lágrimas de cocodrilo. El Uruguay de los intelectuales plagiadores que dictan cátedra. El Uruguay donde el mérito nunca es nadar, sino hacer la plancha.

Es un Uruguay que no invierte en ciencia, que no investiga, que se resigna a que su energía sea siempre el petróleo importado. (Eso sí, nos arrancamos los ojos para ver quién es el dueño de la refinería).

En Qué Pasa no nos resignamos a ese Uruguay.

Hay dos notas centrales en esta edición. Una está hecha en Montevideo y la otra en el lejano pueblo de Pepe Núñez, en Salto. A primera vista, los dos artículos pueden parecer distintos. Pero los dos dicen lo mismo.

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