27.2.25

Liberaij después de Liberaij: el padre de Mereles degollado

Liberaij. Plata quemada. Leonardo Haberkorn
La saga de los pistoleros del Liberaij siguió alimentando la prensa muchos meses después de acallado el mayor tiroteo de la historia policial del Uruguay.

La digitalización de una colección del diario argentino Crónica permitió rastrear varias noticias publicadas en los meses siguientes, muchas de las cuales tuvieron como centro, o como trasfondo, las especulaciones acerca de quién se había quedado con el botín de la banda obtenido tras un sangriento asalto a la municipalidad de San Fernando.

Como saben todos aquellos que leyeron Liberaij. La verdadera historia del caso Plata quemada es un falso mito que los pistoleros quemaran el dinero durante la batalla campal que sostuvieron contra al menos 350 policías.

Roberto Dorda, Marcelo Brignone y Carlos Mereles fueron muertos por la policía uruguaya el 5 de noviembre de 1965 en el edificio Liberaij, tras 16 horas de balacera ininterrumpida. Mario Malito sobrevivió tres semanas más y fue acribillado el 29 de noviembre de 1965 por la policía de Buenos Aires.

Carlos Mereles. Francisco Mereles. Liberaij
El 3 de enero de 1966 el caso volvió a la primera plana de los diarios argentinos con una noticia escalofriante: el padre de Mereles, Raúl Francisco, un borrachín y ladrón de poca monta de 48 años, apareció degollado entre las vías del tren y la calle Irala, en la Boca.

"El padre de Carlos Alberto Mereles, el pistolero muerto en el asombroso tiroteo de Montevideo, apareció decapitado, con la cabeza a quince metros del cuerpo", señaló el diario Crónica.

El tabloide describió así la escena del caso: "La posición del cuerpo, de espaldas, como si la tremenda mutilación le hubiese sorprendido mirando las estrellas en aquel paraje desierto, y después, metros más allá la cabeza horrible, con rictus en los labios como ensayando la postrera protesta frente al trágico destino de una familia signada para recorrer todas las escalas de la mala vida. El cronista también pudo apreciar dos detalles curiosos y sugestivos: primero, el cuerpo no presenta un solo rasguño, y la cabeza no ofrece, aparentemente, las señas del golpe que pudo causarle un accidente".

En base a estos detalles, Crónica especuló con que había "algo oscuro" en el "macabro hallazgo", y conjeturó que la muerte de Mereles padre podía estar relacionada con las actividades de la banda de su hijo "muerto en Montevideo en una acción policial que supera todas las películas y novelas donde el crimen campea en páginas de horror y de espanto". 

"Entre las suposiciones —la policía hasta ahora mantiene silencio— podría agregarse que Raúl Francisco Mereles fue colocado en las vías para que la locomotora lo decapitase", señaló el periódico.

Tal atroz venganza podría estar relacionada con Mario Malito, "el más feroz, el pistolero y jefe de la banda", el único que había burlado el cerco en Montevideo.

"Malito retornó de Montevideo, huyendo, hacia Buenos Aires. Algunos creen que en su estada en ésta, antes de caer bajo las balas policiales, pudo haber estado con Mereles padre (...) La entrevista habría tenido por objeto hacerse de parte del dinero robado en el sangriento asalto a la Municipalidad de San Fernando. Dentro de las posibilidades se encuentra la de que, tras la entrevista, Mereles padre hubiese localizado a Malito, o por lo menos hubiese hablado más de la cuenta y esto provocase complicaciones en los planes de huida del pistolero. La otra circunstancia digna de tenerse en cuenta es de que Mereles padre no hubiese sabido dar razón de ese dinero a Malito, o le hubiese explicado que su hijo lo llevó consigo a Uruguay u otra posibilidad que, a la postre, llevaron a Malito a la necesidad de planear un asalto en un garage -donde fue muerto por la policía (...). Así las cosas, para 'alguien' la muerte de Malito fue exclusiva culpa de Mereles padre. La oportunidad se buscó o se dio, en el trágico juego de los delincuentes. Y se cumplió. Puesto sobre la vía, en el tiempo que pudo haber demorado el tren al pasar, Raúl Francisco Mereles, padre de uno de los más feroces pistoleros que haya dado el submundo de Buenos Aires, puede haberse escrito un crimen horrendo, de venganza feroz".

Carlos Mereles. Francisco Mereles. Mario Malito. Liberaij

El cronista también arriesgó una alternativa distinta. Mereles padre quizás sospechaba que Malito había entregado al resto de la banda en Montevideo. Y como venganza, entregó a Malito a la policía bonaerense. Su muerte, degollado por un tren, habría sido una venganza de amigos de Malito.

"¿Puede haber delatado a Malíto el padre del pistolero Mereles?", se preguntaba Crónica. "Tampoco se sabrá. Solamente, de ser así, permanecerá guardado en inviolable secreto policial".

Al día siguiente, el 4 de enero de 1966, Crónica tuvo que rebajar el tenor de sus conjeturas. La muerte de Mereles habría sido un accidente y no un asesinato por venganza.

"Según la información que se suministró oficialmente, el hombre fue decapitado por las ruedas de un vagón, bajo el cual se habría echado a dormir".

Aunque Crónica insistía en sus especulaciones, admitía que "no ha surgido ninguna duda en los investigadores sobre el carácter accidental del hecho".

La explicación oficial era consistente con el hecho de que Mereles padre no tenía hogar y dormía en la calle. Tal como se cuenta en Liberaij, pocos días después del tiroteo en Montevideo, Mereles padre fue arrestado por robar bolsas de fertilizantes de un camión. En esa oportunidad, un periodista de Crónica lo entrevistó y el hombre contó que sus hijos lo habían echado de la casa "por borracho" y que la mayor parte de las noches dormía en camiones estacionadas en Casa Amarilla, un terreno histórico de la Boca que supo pertenecer al almirante Guillermo Brown.

No fue ésta la única noticia sobre el Liberaij, después del Liberaij. Hubo muchas otras referidas a Eva Monaldi, la amante de Mario Malito. Sobre ellas escribiremos en próximos artículos.

13.2.25

Más sobre TV Ciudad y Canal 5

Como al parecer mis dichos sobre TV Ciudad y el sistema de medios públicos han despertado gran interés, dejo aquí dos notas sobre el mismo tema, publicadas ambas en el suplemento Qué Pasa del diario El País en 2004, durante el gobierno del presidente Jorge Batlle. 

Han pasado más de 20 años desde entonces. Cada lector podrá trazar el balance de qué ha cambiado y qué no desde entonces.

Cómo transformar un diario en un casino 

17/09/2004


Esta edición de Qué Pasa incluye una nota sobre el actual destino del viejo edificio del diario El Día, muy adecuada para una semana en la que tanto se habló de la prensa.

El Frente Amplio, por ejemplo, exigió un trato igualitario de los "dueños de los grandes medios".

¿Un trato igualitario como en TV Ciudad? ¿Cuántos minutos necesitaría un extranjero que mirara TV Ciudad para adivinar qué partido gobierna Montevideo?

(...)

Tabaré Vázquez, Frente Amplio, grandes medios

Los dichos de (Tabaré) Vázquez fueron respondidos por Jorge Larrañaga. "Todos sabemos en Uruguay que quienes titulan, quienes redactan, quienes preparan los informativos, quienes elaboran los programas periodísticos son los periodistas", dijo el candidato blanco. Sí, es cierto. Pero también es cierto que los políticos tienen una insufrible tendencia a llamar a los dueños de los medios para pedir que salga tal nota, para vetar tal otra, para exigir que informaciones correctas sean "rectificadas", incluso para pedir que se eche a los periodistas molestos.

Es una costumbre muy dañina para la democracia. Ocurrió en anteriores gobiernos y también en el actual, aunque se repita lo contrario.

El presidente Jorge Batlle dijo esta semana que "lo mejor" que tuvo su gobierno fue no haber presionado a los periodistas, "no meterse" y "que cada uno dijera lo que quisiera".

No coincide con lo que relató el ex director de Subrayado, Antonio Pippo, en Brecha el 30 de agosto de 2002: que fue echado de Canal 10 por discutir una "llamada" que llegó de Presidencia para no emitir imágenes de los saqueos que hubo entonces.

Tampoco coincide con la experiencia de este suplemento. Un ministro de este gobierno puso todo su empeño, sin éxito, para terminar con la independencia de esta publicación debido a un informe que dejaba en evidencia su mala gestión. Y no fue el único caso.

El propio Batlle ejerció la peor presión que se puede ejercer sobre los diarios: la de ahogarlos económicamente vetando el acuerdo al que habían llegado con el Correo para ser distribuidos sin tener que pagar el asfixiante porcentaje que les impone el actual monopolio. Sin olvidar que intentó también gravarlos con el IVA, mientras el cigarrillo, que mata 5.500 uruguayos cada año, continúa exonerado.

Y si se habla de TV Ciudad qué decir de Canal 5: en el noticiero central la información deportiva está entregada a la empresa Tenfield. Y cuando terminan las noticias, llega el turno de opinión: se eligieron cinco columnistas, todos de la misma línea política. Así es fácil dejar que "cada uno diga lo que quiera". Fácil y muy empobrecedor.

La otra cara del fenómeno de esta injerencia de los políticos en el contenido de la prensa son los propios dueños de los medios. Algunos de ellos, ante estas "embestidas bagualas" de los gobernantes, resisten la presión. Pero otros optan recurrentemente por ponerse de lado del gobernante de turno. Entonces, "rectifican" información verdadera. O piden disculpas sin motivos. O sancionan a su periodista. Más de uno no entiende que el periodismo debe ser independiente y profesional. Que el destinatario de nuestro trabajo es el público, no el diputado Mengano. Que un medio dependiente pierde credibilidad y carece de futuro.

Hace años trabajé en una consultoría que pretendía salvar el viejo diario El Día.

El diario tenía muchos problemas, pero uno de ellos era que sus directores estaban más preocupados por atender los pedidos de sus correligionarios y amigos que de informar a fondo. La voz del Partido Colorado no estaba acotada a la página editorial, como debía ser, sino que teñía cada sección. No era una publicación para tiempos en los que la gente ya quería una información diversa y sin ataduras.

Se propuso profesionalizar el diario e informar sin banderías. Nos pagaron el trabajo, pero no nos hicieron caso: El Día se mantuvo igual: un viejo diario de partido, muy sesgado.

No demoró en fundirse. Hoy en su viejo edificio hay un casino. No quedan máquinas de escribir, sólo tragamonedas.

Más sobre TV Ciudad y Canal 5

01/10/2004

Esta edición de Qué Pasa incluye el resumen de una conferencia dictada por la asociación de trabajadores de TV Ciudad en la que se manifestó preocupación por una creciente influencia política en ese canal.

Dos semanas atrás, en esta sección, se escribió sobre la poca simpatía que políticos uruguayos muestran por la independencia de la prensa. Entre otros, aquel artículo citaba ejemplos de falta de pluralidad o independencia en los dos canales públicos: Tveo y TV Ciudad.

Los dichos respecto a Canal 5 molestaron a su director, Ramiro Rodríguez-Villamil.

En una carta, el funcionario se declara entusiasta lector de este suplemento pero dice estar dolido porque en aquella nota había un párrafo "superficial e injusto" para con Canal 5.

(...)

Rodríguez-Villamil responde:

"De acuerdo, la información deportiva la obtenemos de la empresa Tenfield. ¿Me podría indicar usted qué otra empresa en el Uruguay suministra información deportiva? ¿Dónde compra usted la energía eléctrica de su casa? Tenfield podrá ser tan monopólica como UTE, pero ‘es lo que hay, valor’. Pero note usted, profundizando un poco más, que los lunes, de 22 a 24, Tveo pone al aire Estadio Uno bajo la conducción de Julio Sánchez Padilla, un programa de comentarios deportivos no precisamente afín a Tenfield".

Luego, sobre el caso de los cinco columnistas de idéntico perfil ideológico, sostiene que se trata de "una opinión personal" y que en Canal 5 hay muchos otros espacios periodísticos: Sala de Redacción, Decisión Final, Tveo en el mundo, Poder Ciudadano, Quién es Quién, Hoy por Hoy, La Sed y el Agua y Buscadores.

"Los cinco columnistas que usted denomina ‘de la misma línea política’ son apenas cinco más en una pléyade por cierto muy variada y plural (...) ¿Cuántos canales de TV abierta tienen esta oferta de análisis, comentarios e información política y periodística? Basta revisar las grillas de los otros tres canales abiertos para confirmar que Tveo tiene por lejos la mesa mejor servida para que el ciudadano se alimente de los más variados puntos de vista".

Y concluye: "Me interesaría mucho que usted —que es un periodistas serio y profesional— reflexionara sobre los comentarios que ha hecho sobre Canal 5, y, tras pensarlo bien, cambiara su opinión sobre nuestra tarea".

El director de Canal 5 extrajo de mi artículo una conclusión que no se ajusta a su contenido. La nota no dice que la programación de Canal 5 carezca de valor. Es cierto: el canal oficial ofrece hoy, en materia de periodismo, más que todos los canales privados. Y allí trabajan muchos buenos periodistas, sin duda.

Lo que sí dice el artículo es que hay dos aspectos concretos de la programación que dejan que desear porque denotan falta de independencia y de pluralidad.

En primer lugar, están los columnistas que opinan al término del informativo central. Rodríguez-Villamil no lo desmiente: los cinco tienen un casi idéntico perfil ideológico. Aunque nadie dude de la independencia de cada uno, lo que ocurre en la práctica es que al término del noticiero el televidente recibe siempre una opinión del mismo sesgo. Usando la analogía de Rodríguez-Villamil, todos los días el mismo plato.

Eso es innegable, está mal y no se compensa con la existencia de otros programas en otros horarios. No importa que Sonia Breccia le diga "Ñato" a Fernández Huidobro: el informativo central del canal del Estado debe ser equilibrado, en su información y en su opinión. Un plantel de columnistas tan monocorde en una empresa privada sería criticable, pero en el canal oficial es preocupante.

Luego está el caso de la información deportiva cedida a la empresa Tenfield. En este caso la posición de Rodríguez-Villamil desconcierta. El monopolio de Tenfield alcanza a las imágenes de los partidos, pero de ninguna manera a la búsqueda de información. El noticiero de Canal 5 podría tener periodistas propios que recorrieran los clubes, que hablaran con futbolistas y dirigentes, que vieran los partidos sin pedirle nada a Tenfield. Eso es lo que hacen muchos medios de prensa. Rodríguez-Villamil puede venir a El País a verlo.

Tener entregada la información a un actor principal del escenario deportivo lleva a una pérdida escandalosa de independencia. Es como que el dueño de Movicenter sea el crítico de cine de un diario o que la información política le sea cedida al Partido Colorado o al Frente Amplio.

Ciertamente, la electricidad se la compro a UTE. Pero cuando tengo que informar sobre cuestiones energéticas consulto a especialistas ajenos a ella, a la Universidad, busco técnicos independientes y también consulto a la UTE. Pero la consulto, no le digo que me haga la nota. Eso es lo que podría hacer Canal 5 con la información deportiva y no hace.

Rodríguez-Villamil dice que Tveo "es el canal del Estado y no del gobierno" y que "la pluralidad y la independencia" son los pilares de su gestión.

Es una persona inteligente: debería solucionar estos dos problemas porque van en el sentido opuesto.

 

29.1.25

Respuesta a Zunino y a Piñeiro

A cuenta de más información sobre el tema que seguiré brindando en El Observador y Teledoce, responderé aquí a algunas afirmaciones del intendente de Montevideo, Mauricio Zunino, y la gerenta de Gestión Ambiental de la comuna, Verónica Piñeiro.

Zunino dijo que la nota publicada hoy en El Observador sobre contaminación en las playas de Montevideo tiene información errónea. Sería bueno que precisara cuál es. Siempre es posible cometer algún error y en esos casos lo que corresponde es corregirlo. Pero Zunino debería decir a qué se refiere. Porque en otros pasajes de sus declaraciones reafirmó buena parte del contenido informativo brindado. Y porque su generalización, más que un intento de corregir alguna equivocación, parece un interés en desacreditar al barrer un reportaje que contiene información muy grave.

Piñeiro, por su parte, se agravia de que el informe diga que la información "es secreta". Pero la nota no dice eso. Lo que dice, palabras textuales; es "hasta hoy las mediciones eran secretas". 

O sea, lo eran hasta que El Observador las publicó y ahí dejaron de serlo. Es obvio. El reportaje, además, dice -y lo afirma más de una vez- que la información la proporcionó la Intendencia y que fue la propia Piñeiro quien dio los datos.

También dice que Piñeiro se comprometió a subir a la web todas estas mediciones, cosa que entiendo aún no ha ocurrido, aunque Zunino diga que sí.

Los registros de enterococos son indicadores importantes que la salud pública que debieron haberse comenzado a publicar hace años. Pero soy de los que piensan que es mejor tarde que nunca, y en ese sentido se reconoce y se valora el gesto de Piñeiro de brindar la información pedida.

Al mismo tiempo, Zunino y Piñeiro insistieron en declaraciones en rueda de prensa en los mismos argumentos que Piñeiro declaró a El Observador y se incluyeron en la nota: la normativa nacional no obliga a dar los datos de enterococos y por eso no se habían publicado hasta ahora.

Es cierto. Pero es un argumento muy pobre porque tiene una trampa evidente.

Mauricio Zunino
La trampa es la siguiente: los cambios en la muy anticuada, permisiva y abusada legislación ambiental vigente para las playas han sido negociados durante décadas sin éxito por representantes de la Intendencia, la Dirección de Medio Ambiente (hoy Ministerio de Ambiente) y la academia. Nunca lograron ponerse a acuerdo. No acordar les permite a la Intendencia y al Ministerio no actualizar la normativa y así seguir repitiendo que está todo bien y no asumir que la situación es peor que la declarada. Esa es la trampa. O sea que cuando repiten una y otra vez que la normativa vigente no incluye los enterococos, solo están dejando en evidencia su connivencia con la situación creada.

Más allá de si está en la reglamentación o no, debieron advertir a la gente. Y no lo hicieron.

Zunino y Piñeiro pueden seguir discutiendo los detalles y la letra chica, pero lo central ya ha quedado claro y es sobre eso que deberían ocuparse. Lo que la Intendencia debe, entre otras cosas, es explicar por qué no advirtió a la población que los índices de enterococos en las playas Pocitos, Buceo y Santa Catalina durante la temporada pasada sobrepasaron los límites seguros para la salud. Pintaron de rojo a esas playas en una información que solo ellos manejaban y dejaron que la gente siguiera (siga) yendo a bañarse.

Y, sobre todo, qué están haciendo para mejorar la situación de las playas de Montevideo. Que es lo más importante.

 


Etiquetas

33 Orientales Accidente en Young accidentes de tránsito Adolfo Antelo Alejandro Atchugarry Alejandro Vegh Villegas Alemania Alimentación Álvaro Moré Amodio Pérez Ancap Andes Antonio Mercader Árboles autóctonos del Uruguay Argentina Artigas aviación Bicentenario Bolivia Brasil Caraguatá cárceles Carlos Koncke Carlos Liscano Cesáreo Berisso charrúas Che Guevara. Checoslovaquia Chespirito - Roberto Gómez Bolaños Chueco Maciel Ciudad de la Costa Comunidad Jerusalén Creative Commons Crónicas de sangre sudor y lágrimas Crónicas y reportajes Cuba Cultura Daniel Castro Daniel Chasquetti Daniel Vidart Daniel Viglietti Danilo Astori delincuencia Democracia derecha radical Derechos humanos diarios dictadura dictadura. Doble discurso europeo Drogas Eduardo Bonomi Eduardo Galeano Eduardo Pérez Silveira educación El Chavo Elon Musk empleados públicos Engler Enrique Tarigo entrevistas ETA Evo Morales Fernández Huidobro Fernando Parrado financiamiento de los partidos políticos Fito Páez Frente Amplio Fuerzas Armadas Fútbol Gabriel Ohanian Gabriel Pereyra Gavazzo Gavazzo Sin Piedad Gente que no sabe leer y tergiversa lo que uno escribe Gerardo Caetano Grasas trans (transexuales) guaraníes Guido Manini Ríos Günter Wallraff Gustavo Salle Gustavo Zerbino Herencia maldita Historia historia reciente Historias tupamaras Hospital Filtro Hotel Carrasco hotel Conrad Hugo Alfaro Hugo Batalla Hugo Bianchi Identidad Soberana Inmigrantes. Dominicanos Intendencia de Canelones internet Israel Italia Jaime Roos Javier Milei Joel Rosenberg Jorge Batlle Jorge Lanata Jorge Vázquez Jorge Zabalza José Mujica José Rilla Juan Ángel Miraglia Juan Martín Posadas Juan Miguel Petit Juan Salgado La República Leonardo Sbaraglia Líber Seregni Liberaij Libros Literatura Luca Prodan Luis Almagro Luis Lacalle Luis Lacalle Pou Luis Suárez Madonna Maltrato animal Maracaná Marcelo Estefanell Mario Bardanca. Mario Benedetti Medicina Medio ambiente Mercedes Sosa México Michael Jackson Miguel Ángel Campodónico Milicos y tupas MLN-T Montevideo Música Neber Araújo Nelson Sosa nombres disparatados nombres raros Óscar Padrón Favre Oscar Tabárez Pablo Cuevas Paco Casal Palestina Paraguay Partido Colorado Partido Comunista Partido Nacional Paso de los Toros Paz Peñarol periodismo periodismo cloacal Perú PIT-CNT Plagios y otras situaciones dudosas Pluna Política Política uruguaya Pollo homosexualizante Populismo Primavera de Praga publicidad Punta del Este Racismo Radio Raúl Sendic redes sociales Relato Oculto Renzo Pi Hugarte Ricardo Piglia Roberto Canessa Rock Rodolfo Leoncino Rómulo Mangini sabihondos Salud Sin comentarios Sindicalismo sindicatos Sirios en Uruguay Sobre lo políticamente correcto Sonia Breccia Sumo Televisión Tenis terrorismo Tomás Eloy Martínez tortura trabajo Tragedia de los Andes Tupamaros Twitter Un mundo sin Gloria Uruguay Venezuela Víctor Hugo Morales Villanueva Saravia Violencia doméstica zoológico

Atención

Los derechos de los textos
publicados en El Informante
pertenecen a Leonardo Haberkorn.
No se permite la reproducción
sin autorización del autor.