Nunca me gustó hacer lo mismo que todos y menos todavía hacerlo en el mismo momento en que todos lo hacen.
Tampoco me gusta la nostalgia, aunque admito que la tengo y que me asalta muchas veces al año, no solo los 24 de agosto.
Tengo nostalgia del olor a la arena mojada en las playas de Montevideo, del túnel que atravesaba la rambla y te llevaba a la playa Malvín, de una radio Hitachi con cubierta de cuero, como las Spika, que pasaba tangos y canciones de Leonardo Favio.
Tengo nostalgia de El Diario de la noche y de todos mis perros salchicha. Nostalgia del almacén de don Antonio, que atendía en camiseta, llevaba una birome en la oreja y envolvía todo en papel de estraza o de diario, ya no me acuerdo.
Nostalgia del gusto irrepetible que tenía esa tortuga de jamón y queso que me compraba mi abuelo cuando me esperaba a la salida de la clase de natación, en la Asociación Cristiana de Jóvenes.
Nostalgia de Los Estómagos, de Graffitti, del Dorman caminando por Montevideo con un armatoste de tela cubriéndole la cabeza, de la loca de pelo rojo que recorría 18 de Julio pintada de todos colores, de la revista Punto y Aparte, del estadio Centenario sin las horribles banquetas de plástico que lo arruinaron para siempre.
Tengo nostalgia de ir a la tribuna Olímpica, sentarme en el cemento, recostar mi espalda en la fila de atrás y disfrutar de una tarde de sol en invierno sin que nadie a mi alrededor gritara puto, puta y chupapija durante los condenados 90 minutos. Nostalgia de los clásicos, cuando las hinchadas de Peñarol y Nacional nos repartíamos la Amsterdam mitad para cada una y nos dedicábamos cánticos como: "Mandarina, mandarina, mandarina, mandarina, hoy lo echan a Cubilla y los dirige Landriscina".
Tengo nostalgia de la época en la que estábamos todos juntos contra la dictadura, de los cinco minutos en que pareció que podríamos ponernos de acuerdo al menos en lo básico y hacer algo mejor todos juntos.
Tengo nostalgia del Pampa recitando y Cacho haciendo morisquetas detrás. Nostalgia de Olmedo, de Luca y de Renato Russo.
Tengo nostalgia de cuando daba clases y podía alentar la razonable esperanza de que tres o cuatro estudiantes por grupo terminaran escribiendo con garra, ritmo, corazón y respetando las reglas de la gramática y la ortografía.
Nostalgia de cuando podías hablar de lo que fuera con cualquier mozo o taxista de Montevideo.
Tengo nostalgia de cuando en las redacciones de prensa se hablaba de política y de fútbol y no de tecnología y realities.Tengo muchas nostalgias pero cero ganas de festejarla. Cuando me asalta y necesito darle un gusto, voy y compro pizza en El Submarino Peral.
Lo mejor, siempre, es tratar de hacer algo nuevo. Algo que valga la pena.
No importa que estemos rodeados. No importan las invasiones bárbaras. Si vas perdiendo diez a cero, hay que pelear por hacer el gol de la honra. Si lo hacés va a valer mucho más que poner me gusta en la página de Facebook de los que quieren reunirse para gritar el gol de Ghiggia.
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El tunel de Playa Malvín, no está mas ?
ResponderEliminardonde estaba ??
Eliminar..nunca supe de su existencia !!
donde estaba o esta ??
EliminarNo, no está más desde hace muchos años. Atravesaba la rambla por debajo de ella, a la altura de la calle Concepción del Uruguay.
EliminarDe los canelones a la "Rossini" de la Vascongada, y de postre sus famosas copas "melba", y como el importe de cada consumición, el mozo te lo iba perforando en aquellas tiras largas (color naranja) que retirabas a la entrada. Ah, y sobre el túnel de la playa malvín, antes de largarte a cruzarlo en la noche, existía el código (no escrito) de "pegar un grito" (mas bien como aviso), para no agarrar a alguna parejita "infraganti" en situación incómoda. Luego te cruzabas al "Rodelú" y te mandabas una buena pizza (de horno a leña), acompañada de un buen "chopp" de cerveza cruda. Que recuerdos por Dios de esas noches en mi "Barriada sin Fín".
ResponderEliminarCoincido casi en todo, y basicamente en el espiritu de la nota. Ahora Leonardo, no creo que tengas edad para haber estado en la Olimpica y que nadie gritara "puto" o "puta" o "hijo de". A veces tambien edulcoramos el pasado y creemos recordar algo que nunca existio. . . . En el fobal se insulto toda la vida. Sobre el resto, muy de acuerdo.
ResponderEliminarNostalgia de caminar por la rambla de Malvín en verano al caer el sol, pasando por el restaurante "La Paloma",por "Papasso",por "El Rodelú" y terminar sentado en el muro o en la playa disfrutando del "cine de la playa" junto a montones de amigos que siendo adolecentes salíamos para todos lados sin ningún miedo (nuestro ni de nuestros padres).
ResponderEliminarFá, no entiendo bien. O sea, ¿la nostalgia que está buena o la que realmente vale es la que sentís vos, Leo? ¿Es eso? No te gusta la fiesta de la nostalgia, nunca te gustó hacer “lo mismo que todos” y menos todavía “hacerlo en el mismo momento en que todos lo hacen”, y sin embargo escribís una columna que prácticamente celebra episodios e imágenes que le despiertan ese sentimiento y lo posteás el mismo día en el que casi todos (porque no son todos) festejan esa cosa tan berreta con la que no estás de acuerdo. No entiendo, me da la sensación de que el metamensaje de esta columna es algo así como “toda la nostalgia que sienten los demás no es nada comparada con la que siento yo”. O algo así. O sea, al final me parece que terminás haciendo lo mismo que todos. Hace tiempo leí una columna parecida. Un hombre que se quejaba de la nostalgia y después escribía sobre sus recuerdos en Los Ángeles y San Francisco, de encuentros cool con gente cool en lugares cool. Y, como era cool, esa nostalgia sí valía.
ResponderEliminarHlynur, lo que dice Leo, es que tiene muchos momentos de nostalgias pero q no da para una "fiesta de la nostalgia"... La noche de la nostalgia es un tema q invento un sr empresario y como uruguayos se colgaron porq no salen en otro momento ni oyen canciones oldies q no sea el 24 de agosto. Eso es lo patetico, festejar la nostalgia... habla de la poblacion nuestra siempre mirando para atras!! Esta buena la nostalgia porq demuestra q viviste momentos especiales, no es q vayas un dia al año a una fiesta a pagar un huevo para oir oldies...
Eliminarpuro marketing, incluyendo la ropa intima erotica, q solo usan aprentemente las mujeres en ese dia tambien! jaja muy gracioso... el tema es facturar y cobrar caro...
Sí, Anónimo, estoy de acuerdo contigo sobre la visión de la noche de la nostalgia del autor. Sin embargo,lo del metamensaje que maneja Hlynur es para pensarlo, además de que evoca nostalgias comunes de la gente de esa época.
EliminarAhora, si antes estaba tan bueno todo, ¿por qué cambió?, ¿quiénes tienen la responsabilidad de guiar a las nuevas generaciones?, ¿no será que los que pegaban carteles a los 16 años estarán meando afuera del tarro les quedó grande la responsabilidad?. Me molesta en demasía lo de "todo tiempo pasado fue mejor", vuelvan al museo, man.
Hola, a mi no me gusta ir mirando hacia atrás, de hecho no soy nostalgiosa, extraño los seres queridos que ya no tengo, pero nada más. Miro hacia adelante, es más, me gusta y escucho la música del momento, más allá que me guste la música clásica o de otro tipo y que tampoco es para cualquier momento. Ahora, sí me gusta salir y divertirme, no el 24, siempre, pero si todo el mundo se está divirtiendo, bueno, a mi también me gusta participar. Me gusta vivirlo, no que me lo cuenten. Pero disfrutaría más una fiesta para festejar la Independencia con música de todo, que una para festejar la Nostalgia, que por otro lado no le veo nada de festejable a echar de menos tiempos pasados que ya no volverán. Espero mi exposición haya quedado clara. Gracias por este espacio.
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