Hoy estuve hablando con el kiosquero que me trae los diarios cada mañana. Me contó lo que ya sabemos: los diarios venden cada vez menos. Pero me dio un dato que no conocía, nuevo y triste. Me dijo que cada vez hay más gente que hace esto: llega al kiosco, compra el diario, toma el coleccionable que trae ese día y devuelve el cuerpo del diario, el diario en sí, porque no le interesa ni siquiera darle una mirada.
En la mañana de hoy le pasó dos veces: dos personas compraron un matutino por un coleccionable infantil, pero el diario no lo quisieron llevar. Lo dejaron ahí. No les interesó ni para leer los títulos, ni para mirar las fotos, ni para vicharlo un poco, ojearlo u hojearlo. Nada de nada. Lo dejaron tirado.
En los años 80 se popularizó el modelo de distribuir diccionarios, enciclopedias, colecciones de lo más variadas junto al diario.
No tiene nada de malo.
Lo malo es que, al menos en Uruguay, se apostó más a ese modelo que a defender el principal producto que debe ofrecer toda publicación: la información de calidad. Se supone que a para eso existe el periodismo.
En la edición de junio de 1990 de la revista Punto y aparte me pidieron que escribiera un artículo pronosticando cómo sería la prensa en esa década que comenzaba: "Las probabilidades de leer prensa independiente serán tan escasas como hoy", escribí. "Los diarios subsistirán, de todas maneras, gracias a regalar libritos y pasajes a Buenos Aires".
Y así pasó una década tras otra.
No fue gratis.
El futuro, que luce negro. ha llegado.
Los diarios tienen la (no) clientela que se merecen.
Han trabajado para ello.
Es de esperar que los nuevos medios digitales aprendan la lección. Aquellos que piensan que sobrevivirán generando clicks con informaciones pedorras, tests, videos virales, memes, ilusiones ópticas, títulos engañosos, falsas noticias y fotos de culos y tetas, están equivocados. La información de calidad es el verdadero negocio del periodismo.
Los que nunca lo entendieron hoy están pagando las consecuencias.
21.4.16
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Últimos comentarios
Páginas vistas
Etiquetas
accidentes de tránsito
Alejandro Atchugarry
Alemania
Alimentación
Álvaro Moré
Amodio Pérez
Ancap
Andes
Argentina
Artigas
aviación
Bicentenario
Bolivia
Brasil
Caraguatá
Carlos Koncke; Alejandro Vegh Villegas
Carlos Liscano
Cesáreo Berisso
charrúas
Che Guevara.
Checoslovaquia
Chespirito - Roberto Gómez Bolaños
Chueco Maciel
Ciudad de la Costa
Comunidad Jerusalén
Creative Commons
Crónicas de sangre sudor y lágrimas
Crónicas y reportajes
Cuba
Cultura
Daniel Castro
Daniel Vidart
Daniel Viglietti
delincuencia
Democracia
Derechos humanos
diarios
dictadura
Doble discurso europeo
Drogas
Eduardo Galeano
Eduardo Pérez Silveira. Libros
educación
El Chavo
empleados públicos
Engler
Enrique Tarigo
entrevistas
ETA
Evo Morales
Fernández Huidobro
Fernando Parrado
financiamiento de los partidos políticos
Fito Páez
Fuerzas Armadas
Fútbol
Gabriel Ohanian
Gabriel Pereyra
Gavazzo
Gente que no sabe leer y tergiversa lo que uno escribe
Gerardo Caetano
Grasas trans (transexuales)
guaraníes
Günter Wallraff
Herencia maldita
Historia
historia reciente
Historias tupamaras
Historias uruguayas.
Hotel Carrasco
Hugo Alfaro
Hugo Batalla
Hugo Bianchi
Intendencia de Canelones
internet
Israel
Italia
Jaime Roos
Jorge Batlle
Jorge Lanata
Jorge Zabalza
Jose Mujica
Juan Salgado
La República
Leonardo Sbaraglia
Liberaij
Libros
Libros. Liber
Literatura
Luca Prodan
Luis Almagro
Luis Lacalle
Luis Lacalle Pou
Madonna
Maltrato animal
Maracaná
Marcelo Estefanell
Mario Benedetti
Medicina
Medio ambiente
México
Michael Jackson
Miguel Ángel Campodónico
Milicos y tupas
MLN-T
Montevideo
Música
Neber Araújo
Nelson Sosa
nombres raros
Óscar Padrón Favre
Oscar Tabárez
Pablo Cuevas
Paco Casal
Palestina
Paraguay
Partido Colorado
Partido Comunista
Paz
Peñarol
periodismo
periodismo cloacal
Perú
PIT-CNT
Plagios y otras situaciones dudosas
Pluna
Política
Política uruguaya
Pollo homosexualizante
Primavera de Praga
publicidad
Racismo
Radio
Raúl Sendic
redes sociales
Relato Oculto
Renzo Pi Hugarte
Roberto Canessa
Rock
sabihondos
Salud
Sin comentarios
Sindicalismo
sindicatos
Sirios en Uruguay
Sobre lo políticamente correcto
Sonia Breccia
Sumo
Televisión
Tenis
terrorismo
tortura
trabajo
Twitter
Uruguay
Venezuela
Víctor Hugo Morales.
Violencia doméstica
Visto y/o oído
zoológico
Atención
Los derechos de los textos
publicados en El Informante
pertenecen a Leonardo Haberkorn.
No se permite la reproducción
sin autorización del autor.
Creo que la última vez que compré un diario todavía vivía Demetrio, el manicero del pueblo.Por qué me acuerdo de él? porque hacía los conitos para los "maníces" con papel de diario.De chicos jugábamos en el intérvalo del cine a adivinar las notícias, con lo poco que se leía y entendía en aquellos pedazos de diario...más o menos como ahora.
ResponderEliminarSoy de los que hago eso, compro el diario solo por el suplemento, ni abro el ejemplar.
ResponderEliminarPero sin embargo todos los días leo las principales noticias en varios portales, entre ellos el mismo diario que no abro en casa.
Leer por internet es mucho más cómodo ( y barato) que abrir un monton de hojas sueltas, grises, grandes. Quizás el formato anticuado sea uno de los problemas, además del supuesto desinterés de la gente (que no es tal, dado q muchos nos pasamos a las versiones digitales)
Lo mismo hago yo y también coincido con que el formato anticuado (y personalmente aparatoso) del diario, lo han hecho impopular a lo largo de los años, obviamente sin mencionar otros factores como las noticias frívolas (aunque mas propia de los portales digitales) o medias verdades que últimamente suelo ver con demasiada frecuencia en todos los diarios, como el desinterés general por estar realmente informado y no solo oír lo que nos gusta oír.
EliminarPor eso he optado hace ya tiempo por informarme con divulgaciones científicas, filosóficas, artísticas, históricas, etc. y salir a buscar la información que realmente me importa por mi mismo, que optar por la comodidad de la información procesada, que si bien a veces es buena (y francamente me dibuja una leve sonrisa cuando encuentro algún articulo periodístico a mi criterio decente), no siempre me cuenta todo lo que quiero o me veo forzado a corroborar las fuentes, lo cual hubiese sido lo mismo que salir a buscar la información por mi mismo, hoy el diario y las noticias me sirven mas de portavoces de los temas acaecidos en la actualidad que como informantes.
Opinión de un joven que no supera los 21 años.
Me encantaba el diario. De niña, leía hasta el que por antiguo, terminaba en el suelo. Ahí me sentaba a leerlo, en vivo y en directo sobre las tablas enceradas. Es más, detestaba cuando el artículo terminaba del lado manchado, pero igual hacía el intento por entender. ¡Qué tiempos aquellos! Ahora, los diarios, no me aportan nada. La verdad es que la farándula criolla, el último gol y las muchachas del verano (lindas, por cierto), no me entusiasman. Yo quiero aprender...siempre quiero entender...procesos...
ResponderEliminar