16.6.11

"Milicos y tupas": críticas en la prensa

Críticas recibidas por "Milicos y tupas":

Guillermo Zapiola en El País:

Crítica del semanario Brecha a cargo del periodista Salvador Neves (reproducida con autorización):

Surda (Suecia):

Otros trabajos periodísticos sobre Milicos y Tupas en prensa, radio, televisión e internet:
http://leonardohaberkorn.blogspot.com/2011/05/milicos-y-tupas-entrevistas-resenas-y.html


Dedicando ejemplares tras una conferencia
organizada por la librería de Punta Shopping.



14.6.11

Engler desmiente a La República: "Yo no dije que eras deshonesto. Yo no dije que el libro es un mamarracho".

Respecto a la nota publicada ayer por el diario La República sobre el libro Milicos y tupas con el título de "Engler: es deshonesto el libro de Haberkorn" he recibido el siguiente mensaje del doctor Henry Engler:

"Leonardo: Sobre los titulares de La República: Yo no dije que eras un deshonesto. Yo no dije que el libro es un mamarracho. Yo escribí que no iba a opinar sobre el libro porque lo leí rápido una sola vez y no suelo opinar a la ligera. Mamarracho deshonesto es lo que algunos pseudoperiodistas hicieron de rearmar textos que están en el libro para que parezca como que yo sabía que los presos torturaban. Ahora que desmiento eso aparecen titulares traídos de los pelos donde otra vez se me hace decir cosas que no dije! No es esto una ambiente enfermo? Obviamente no se puede opinar en el Uruguay de hoy, ni siquiera desmentir cosas sin que se deforme el contenido!
 Henry Engler"

Engler Milicos y tupas, deshonesto, libro, Haberkorn

Engler envió también un desmentido que se publicó en La República el 23 de junio, en pequeño tamaño, en una página interior:
http://www.larepublica.com.uy/editorial/459110-tiene-la-palabra-telefono-2487-9546-fax-2487-3824

13.6.11

Respuesta a Caballero y a Liscano

1
El señor Caballero, secretario de Fernández Huidobro, arremete contra Milicos y tupas por segunda vez desde La República. Su artículo se titula “Los insultos de Haberkorn 2”.
Ahora básicamente me achaca dos cosas.
La primera es no poner el nombre del teniente V., quien según relatan varios de mis entrevistados mató al tupamaro Nelson Berreta cuando intentaba fugar, y poco tiempo después hizo lo mismo con el amante de su mujer.
Un reclamo similar me hizo el escritor Carlos Liscano en un mail privado que decidió hacer público y terminó en las páginas de… El Bocón.
De un modo más directo uno (Caballero) y más sinuoso el otro (Liscano), ambos dan a entender que yo protejo al teniente V.
“Haberkorn mantiene oculto el apellido de este doble asesino, lo protege como Agosto y se hace cómplice del pacto de silencio que impide a la Justicia avanzar en el esclarecimiento de las violaciones a los derechos humanos ocurridas durante la dictadura cívico-militar”, escribió Caballero.
El secretario de Fernández Huidobro, en su desesperado afán por desacreditar el libro, se equivoca. Es imposible decir con un mínimo de honestidad que el libro sea “cómplice” de cualquier pacto de silencio.
La principal (y obvia) razón por la que no pude nombrar en el libro el apellido completo del teniente V. es porque dos de mis entrevistados no lo dijeron: uno no quiso nombrarlo (y yo no pude obligarlo; soy periodista, no torturador) y otro no lo recordaba.
Dudé si eliminar la historia, pero opté por mantenerla sin el nombre del teniente.
Milicos y tupas - respuesta a Roberto Caballero y Carlos LiscanoPero ahora que otros han llamado al teniente por su apellido, ya no tengo ningún problema en citarlo.
Caballero escribe en La República: “El apellido del teniente, según me han informado, era Velazco”.
Liscano, en El Bocón, es más preciso: “Velasco (lo escribe con s) le disparó a Fructuoso con una Thompson 45. No le dio en la pierna, como dice el mentiroso de Agosto. A nosotros nos hicieron levantar a las seis de la mañana en La Paloma para decirnos que lo habían matado de un tiro en el omóplato. Es decir, el gordo Velasco tiró a matar contra un hombre que ni siquiera podía correr porque estaba esposado en la espalda. Fructuoso quería que lo mataran. Velasco, su compañero de escuela, le hizo el favor”.
Como se ve, no tengo ningún inconveniente en nombrar al teniente Velasco o Velazco una vez que una fuente se hace cargo.
Es más: a partir de la próxima edición de Milicos y tupas, la quinta, incluiré las citas de Caballero y de Liscano con el nombre completo del teniente Velasco o Velazco en las páginas donde se alude al caso.
Ahora la información quedará completa. Mucho más completa de lo que nunca estuvo. Porque -aunque Caballero y Liscano omitan decirlo- nunca nadie antes publicó tanta información sobre los casos que involucraron al teniente Velasco o Velazco.
Lejos de favorecer cualquier pacto de silencio, Milicos y tupas aporta al respecto nuevos y categóricos testimonios de testigos directos. El libro es lo contrario a lo que pregona el secretario de Fernández Huidobro en su desesperado intento por desacreditarlo.
“Esta es una virtud del libro: Leonardo recoge testimonios, pero testimonios de actores que por lo general no hablan, no dan testimonio. Hay pactos de silencio respecto a acontecimientos absolutamente claves que no involucran solo a los 'combatientes', con grandes comillas, sino que involucraron a la sociedad toda. Pero, sin embargo, los 'combatientes' no hablan. Este pacto de silencio, al menos parcialmente, es roto por alguno de los protagonistas. Y esto es importante. Es muy importante”.

2
Caballero y Liscano confunden al público en otro punto. Ambos omiten decirle a los lectores de La República y El Bocón que hay muchas otras personas que no son nombradas en el libro, no solo el teniente Velasco o Velazco.
Muchos no son militares, sino que por el contrario son tupamaros. No son nombrados, en algunos casos, porque mis entrevistados no quisieron o no pudieron hacerlo, como ya dije. En otros casos por no haber podido ser ubicados para que dieran su versión de la historia.
En cambio, tuve un criterio más flexible con gente que hizo cosas corajudas, admirables, valientes. Nombro, a pesar de no haberla podido ubicar, a una señora tupamara llamada Cristina Arnábal, que hizo frente a los militares cuando torturaban al contador León Buka. Nombro al teniente Ronchera, ya fallecido, que es recordado por nunca haber torturado ni abusado de nadie dentro del cuartel. Y así a muchos otros. Traté de nombrar a los que de un lado y del otro tuvieron actitudes valerosas, íntegras, virtuosas.
“En el libro hay, sobre todo, muchos relatos de humanidad inesperada”, dice la crítica que Brecha le dedicó al libro, escrita por el periodista Salvador Neves.
Agrega: “Esas memorias faltaban para que el relato de nuestro pasado reciente vaya dejando de ser cantar de gesta y empiece a ser historia”.
Guillermo Zapiola en El País anotó: “la revisión de la historia reciente parece haber salido, definitivamente, de la infantil etapa de la ‘literatura de las virtudes’ o el mero denuesto, para tratar de entender lo que pasó realmente y ayudar a pensar”.
Eso es lo que, con mayor o menor acierto, procuré hacer.
Relatos en blanco y negro, historias sin grises ni matices, cuentos de hadas, denuestos, cantares de gesta, teorías de uno o dos demonios, chapoteos en el barro, escritos llenos de manija, odio, rencor, cálculos y medias verdades, ya hay suficientes. 
Y siempre hay un pasquín dispuesto a publicar uno más.

3
Caballero llega al ridículo al afirmar que “Haberkorn también defiende al Goyo Álvarez”.
El ex dictador está preso y yo me alegro de que así sea. Ya fue condenado por 37 casos de homicidios especialmente agravados.
Además, también enfrenta un procesamiento por el homicidio del tupamaro Roberto Luzardo. Lo acusan de haber ordenado que no se le brindara asistencia médica en el Hospital Militar.
Resulta que uno de mis entrevistados, el contador Carlos Koncke, una persona que habla dando la cara, poniendo su nombre y apellido, que estuvo allí internado y que pagó su adhesión al MLN con la cárcel y la tortura, me declaró que él vio como Luzardo sí era atendido en ese hospital.
¿Qué tenía yo que hacer como periodista? En base al rechazo y la aversión que me provoca el Goyo Álvarez (y estoy seguro de que Koncke comparte el sentimiento) ¿tenía que borrar esa parte del testimonio? ¿Tenía que mentir? ¿Pretende Caballero que publique o oculte las cosas que me declaran, según me caigan simpáticas o antipáticas?
No, Caballero. El buen periodismo tiene otros códigos. No se cambia lo que declaran los entrevistados. No se clasifican las verdades. No se edifican castillos de arena contando lo que conviene y enterrando lo que no.
No soy secretario de nadie. No tengo que atenerme a verdades oficiales. No le debo lealtad a ninguna leyenda rosa.  

4
Caballero cita en mi contra una carta del tupamaro Juan Pedro Montero, que vive en España.
Es una carta muy curiosa: por un lado Montero se muestra enojado por el libro pero admite que no lo leyó y que solo lo comenta de oídas (lo cual ya lo dice todo). Aduce que yo debí intentar contactarlo en España, pero yo sí le escribí un mail en 2009, del cual conservo copia disponible para cualquier interesado. Fue Montero quien prefirió no responderme. Si lo hubiera hecho, su testimonio estaría hoy en Milicos y tupas.
Por lo demás, Montero confirma en su carta los puntos básicos que relata el libro respecto a las cosas que ocurrieron en el cuartel de La Paloma durante la tregua entre militares y tupamaros.
En su primer artículo contra mi libro (Los insultos de Haberkorn 1), Caballero señalaba que era una “infamia”, una “mentira rastrera”, una “basura”, una “inmundicia”, una “cloaca”, una “calumnia”, una “canallada” y una “bazofia literaria” sostener que hubo tupamaros que torturaron junto con los militares.
¡Ahora cita la carta de Montero que precisamente confirma que esa dura realidad sí existió!
Montero escribe: “Entre los centenares de prisioneros torturados presuntos integrantes o colaboradores del MLN (T), sólo un reducido grupo —menor a cinco personas— participaron en ese juego maléfico de colaboración para la tortura”.
Es lo mismo que dice el libro. Hubo tupamaros que torturaron. El libro nunca dice que fueran la mayoría ni mucho menos. Yo siempre pensé en un par de casos. Montero lleva ahora la cifra a cinco.
Lo que resta ahora es que Caballero explique cómo, en los días que transcurrieron entre “Los insultos de Haberkorn 1” y “Los insultos de Haberkorn 2”, lo que era una “infamia”, una “mentira rastrera”, una “basura”, una “inmundicia”, una “cloaca”, una “calumnia”, una “canallada” y una “bazofia literaria”, pasó a ser una realidad.
Quizás lo aclare en “Los insultos de Haberkorn 3”.
Yo ya no le responderé.
Punto final.

6.6.11

Los libros que no le gustan a Fernández Huidobro

Lo que sigue es un fragmento de la entrevista que me realizó el diario El País a propósito de Milicos y tupas. La pregunta de la periodista Magdalena Herrera refiere a las críticas que Fernández Huidobro y su colaborador Roberto Caballero le realizaron al libro a través de La República y Montevideo.com:

-Roberto Caballero y Eleuterio Fernández Huidobro descalificaron por completo su libro diciendo que es "una mentira tan flagrante que cae sola", entre otras cosas. Más allá de las conclusiones, que las sacará cada lector, ¿por qué cree que Milicos y Tupas despierta tanto enojo de parte de personas de mucho peso en lo que fue el Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, y que hoy integran el MPP?

-Caballero es un colaborador de Fernández Huidobro, así que no se trata de dos críticas sino de la misma. El primero que salió a descalificar fue Caballero y le aclaré que no es conmigo con quien tiene que discutir, sino con las personas que dan su testimonio en mi libro, gente seria e intachable. Luego apareció Fernández Huidobro en persona. Dice que no leyó el libro pero se permite criticarlo, lo que de por sí ya habla de la seriedad de sus cuestionamientos. Pero está claro que exhibir ese tipo de debilidad lógica no le preocupa. Lo que a Fernández Huidobro le interesa es enchastrar la cancha, y cuanto más mejor, para que el público no lea el libro, para descalificarlo a priori. Dice que no soy un periodista serio, pero hace unas semanas el diario que ahora dirige me ofreció ser su secretario de redacción. Por suerte hay testigos de la reunión. Dice que el libro es una "basura" porque solo consulté a tres personas y miente. Las personas consultadas son decenas. Sobre el caso de algunos tupamaros que torturaron junto a los militares, a los detenidos por presuntos delitos económicos, le pregunté a Henry Engler, que sí estuvo en el cuartel de La Paloma y no como Fernández Huidobro, que habla sin haber estado, sin haber leído, sin ningún fundamento. ¿Por qué oculta ese dato a sus lectores? Pero no me sorprende. Eso es lo que siempre hace. Ese es su modus operandi: atacar con la máxima prepotencia, no importa cuán grande sea el disparate. Cuando el periodista Federico Leicht publicó su libro Cero a la izquierda, una biografía de Jorge Zabalza, Fernández Huidobro afirmó, con gran bajeza, que Leicht era un "policía en actividad" y que la obra era "un libro de la Policía". Cuando el periodista Alfredo García publicó Pepe Coloquios lo acusó, sin pudor, de ser una "víbora" y "un viejo tramposo conocido". Ahora simplemente me tocó a mí. Cada vez que aparece un libro que lo incomoda actúa igual. Que la gente saque sus propias conclusiones.


31.5.11

Sin insultar a nadie

La República me dedicó una nota hace unos días. La firma un tal Roberto Caballero, quien solo se identifica como integrante de la CAP-L y a quien, según me dicen, se lo conoce por haber sido o ser secretario de Eleuterio Fernández Huidobro.
En menos de una carilla de texto, Caballero califica a mi libro Milicos y tupas como “infamia”, “mentira rastrera”, “basura”, “inmundicia”, “cloaca”, “calumnia”, “canallada” y “bazofia literaria”.
Además, y por si la idea no quedó del todo clara, el texto es ilustrado con un contenedor de basura de aspecto pestilente del cual emergen varias letras, destacándose por sobre todas ellas las iniciales LH.
El artículo debería titularse “Insultando a Haberkorn”, pero en un curioso modo de invertir las cosas lleva el paradojal título de “Los insultos de Haberkorn”.
Para responder no descenderé a los abismos desde donde laboran el secretario y el ignoto ilustrador. Tampoco me permitiré el comentario obvio respecto al curioso caso de quienes olfatean “cloacas” y basurales desde las páginas de La República.
Simplemente diré una cosa:
A Caballero le molesta que en Milicos y Tupas se cuente que en 1972, en el cuartel de La Paloma, algunos tupamaros torturaron junto a los militares a civiles detenidos por presuntos delitos económicos.
Pero yo no dije nada al respecto. Quien narró que hubo tupamaros torturadores no fue Leonardo Haberkorn. Quienes lo hicieron son varios ex tupamaros, gente intachable, seria, confiable, personas que pagaron con la cárcel y la tortura su adhesión al MLN y que hoy no tienen ninguna razón para mentir. Personas que, para tranquilidad de Caballero, siguen teniendo ideales de izquierda. Personas que se permiten decir lo que saben y piensan con libertad, quizás porque no son secretarios de nadie.
Todos los que han leído el libro, que ya son miles, saben que esto es así. También pueden atestiguar que en Milicos y tupas éste es un tema colateral y que al respecto se citan otros libros anteriores, que tuvieron menos repercusión, pero en los cuales también existen testimonios adicionales en idéntico sentido.
Una última cosa. Para Milicos y tupas tuve la suerte de mantener una larga entrevista con Henry Engler, uno de los ex integrantes de la dirección del MLN y persona tan representativa del movimiento tupamaro como el jefe del señor Caballero.
A Engler le realicé todas las preguntas que correspondían. Y aunque en un único punto eligió mantener silencio, por lo general sus respuestas me resultaron inteligentes y sinceras.
A diferencia de Caballero, Henry Engler sí estuvo preso en el cuartel de Artillería de La Paloma, donde transcurren los acontecimientos narrados en Milicos y Tupas. Cuando habla, no repite lo que otros le dijeron, sino que habla de lo que vivió en carne propia.
Le dije a Engler que tenía testimonios de tupamaros que contaban que otros tupamaros habían torturado. Me respondió:
-Es espantoso, espantoso. Inadmisible. El MLN siempre descartó la tortura. Eso fue una deformación. El Che Guevara siempre decía: “hay que endurecerse sin perder la ternura”.
Quizás Caballero se salteó esa página.
Es la 187.

Para conocer la opinión de Gerardo Caetano sobre Milicos y tupas: http://leonardohaberkorn.blogspot.com/2011/05/gerardo-caetano-milicos-y-tupas-rompe.html

Para leer la crítica del semanario Brecha al libro:
https://docs.google.com/viewer?a=v&pid=sites&srcid=ZGVmYXVsdGRvbWFpbnxtaWxpY29zeXR1cGFzZW5icmVjaGF8Z3g6NDExMmI2NzMyODgzZmJiZA&pli=1

Para leer la crítica de Guillermo Zapiola en El País:

22.5.11

Milicos y tupas: opinan los lectores

Estos son algunos de los comentarios que quienes ya leyeron Milicos y tupas dejaron en mi Facebook. Los reproduzco con su autorización.



  • Carol Hugo Basterga 
    Tuve suerte!! Me lo regalaron para el día de la madre.Hoy, ya casi lo terminé.Apasionante, atrapante y en algunos tramos se me hizo un nudo en la garganta, por verificar una vez más cuánta mentira hubo y hay todavía en este país.Con testimonios como estos que colaboran notablemente con el esclarecimiento de los hechos todos tenemos una visión más aproximada a la verdad de la historia reciente.Cuánta sangre derramada sin sentido!! Para unos y otros y para todos nosostros "el fin NO justifica los medios".



  • Robert Orguet impresionante, no pude parar de leerlo. lo recomiendo atodos los que quieran una cara diferente de un mismo acontecimiento
    16 de mayo a las 6:34 ·  ·  1 persona



  • Domingo Mendívil Wilson La compré en América Latina (18 y Juan Paullier), para lo cual debí esperar a que la registraran, porque recién había llegado, ayer a las 14 horas. Me atrapó. Terminé de leerla en la madrugada de hoy. No cabe duda de que es algo diferente. Es la primera vez en que tupas, militares y otros actores hablan de los mismos hechos. Vale la pena.
    14 de mayo a las 20:56 ·  ·  1 persona



  • José Luis Bringa Es un buen trabajo de investigación, nos enteramos que había más pactos entre militares y tupamaros. La gran mayoría del país de rehen de éstos dos grupos.
    14 de mayo a las 10:08 ·  ·  1 persona



  • Celia Wohlwend Anoche apague la luz a las tres!!! Buenazo el libro, que bueno el interes de la gente en el tema, seguramente va a encontrar no solo una faceta diferente de la historia, asi haya tenido poca o mucha informacion, la haya vivido o no, tenga una posicion tomada o no, sino va a aterminar con un concepto diferente del HOmbre. Ademas me gustaria compartir que en mi expriencia en la venta de libros TUPAS Y MILICOS puede considerarse un fenòmeno, por la expectativa creada, la avidez de comprarlo ni bien salio la primera edicion, la ansiedad hasta que salio la segunda por parte de los que llegaron tarde y los comentarios que retornaron a nosotros y que vimos en este medio. Es un fenomeno como libro, como trabajo periodistico y como hecho polìtico. Y ademàs me gustò leerlo, y sentì un gran alivio. Gracias Leonardo!!!
    14 de mayo a las 9:13 ·  ·  2 personas



  • Ines Pradines Puig 
    Anoche termine el libro, me quedo una sensacion de que queria mas, no hubiera dormido con tal de seguir. Es sumamente esclarecedor,el asesinato de los 4 soldados con declraciones de testigos, ahuyenta la teoria de que fue un montaje. Me gusta porque se adentra en la sicologia de las dos partes, hay que leerlo claro sin preconceptos, pues sino volvemos a lo mismo. Es recomendable para todos , divulgarlocreo que es casi un deber...........eso si.......no lo presto jeje, es un libro de consulta. Me congratulo de tener en el pais un periodista y escritor de este porte.



  • Jorge Machado Obaldia 
    Ayer de noche, la compré el viernes, lo terminé.
    Felicitaciones.
    Es un libro atrapante, vibrante.
    Encierra una tragedia porque es trágico lo que le ha sucedido a este país.
    Como bien dicen dos de los entrevistados, si se peleó para esto hubiera sido mejor no hacerlo.
    Y, realmente, tengo la impresión de que todo ese dolor, toda esa sangre derramada, todos mis años de juventud vividos bajo una dictadura instaurada y todos los años que me quedan de vida en un país lleno de odio... no sirvió para nada.
    Hoy hay más gente en la calle, se han ido más jóvenes y seguirán haciéndolo, seguimos llenos de odio, arrastrándonos hacia el futuro en lugar de correr hacia él.
    A los que todavía tienen alguna duda sobre si comprarlo o no, les digo: no caminen, corran a una librería y, cuando lo terminen, díganles a los que tengan cerca que lo lean, que lo difundan.
    Ese es el único atisbo de esperanza que todavía tengo: que la gente SEPA.
    Un libro como este es, entonces, un instrumento para la esperanza.

    15 de mayo a las 15:32 ·  ·  7 personas


  • Anita La Pitimini está muy bueno, Leonardo, se termina tan rápido, queda el deseo de más...Felicitaciones, es ameno y didáctico, si cabe la expresión, me trajo muchísimos recuerdos.
    17 de mayo a las 21:27 ·  ·  2 personas




15.5.11

Milicos y tupas: entrevistas, reseñas y comentarios

Presentación a cargo de Gerardo Caetano y el autor, con la conducción de Joel Rosenberg, en No toquen nada, Océano FM:
Resumen: http://leonardohaberkorn.blogspot.com/2011/05/gerardo-caetano-milicos-y-tupas-rompe.html
Versión completa: http://oceanofm.com/no-toquen-nada/qtupas-y-milicosq.html

Página oficial de Milicos y tupas a cargo de la editorial Fin de Siglo:
http://www.ellibrouruguayo.com/milicosytupas/
Incluye video:


El diario El Observador destaca uno de los temas del libro:
http://www.elobservador.com.uy/noticia/201639/un-libro-revela-que-hubo-tupamaros-que-torturaron-junto-con-los-militares/


Informe en Subrayado, Canal 10:



Columna de Marcelo Jelen en La Diaria: 

Entrevista en Canal 12 de Melo:



Entrevista en CX 36 radio Centenario:
http://www.radio36.com.uy/entrevistas/2011/05/19/haberkorn.html

Entrevista en "Buen Día Uruguay", en Canal 4:



Informe en el noticiero de TNU (Canal 5):



Entrevista con Jorge Traverso en el programa Tiempo Presente de radio Oriental:
 http://www.goear.com/listen/a7dab01/milicos-y-tupas-entrevista-con-traverso-

Crítica de Guillermo Zapiola en El País:
http://www.elpais.com.uy/110528/pespec-569267/espectaculos/tres-miradas-sobre-los-anos-de-plomo/#notacomentarios

Crítica en Surda (Suecia):
http://surda.se/ArticulosEnPortada/Uruguay%20Milicos%20y%20tupas.htm

Crítica del semanario Brecha a cargo del periodista Salvador Neves (reproducida con autorización):
https://docs.google.com/viewer?a=v&pid=sites&srcid=ZGVmYXVsdGRvbWFpbnxtaWxpY29zeXR1cGFzZW5icmVjaGF8Z3g6NDExMmI2NzMyODgzZmJiZA

Entrevista con Omar Gutiérrez en el programa "Hola Vecinos" de Canal 10:
http://www.canal10.com.uy/hola-vecinos?video=31714

Comentario de Gustavo Toledo:
http://semanarioreconquista.blogspot.com.uy/2011/06/tupas-y-milicos.html


Entrevista colectiva en el programa "Buscadores", de Canal 5:



Entrevista en el suplemento dominical del diario El País:
http://www.elpais.com.uy/suplemento/ds/-huidobro-enchastra-la-cancha-/sds_570747_110605.html

Editorial de la publicación digital Surda (Suecia):
http://surda.se/ArticulosEnPortada/Uruguay%20Desmistifique.htm

Columna de Hebert Gatto en El País:
http://www.elpais.com.uy/110622/predit-574768/hebertgatto/la-historia-oficial/

Desmentido de Henry Engler a La República:
http://www.larepublica.com.uy/editorial/459110-tiene-la-palabra-telefono-2487-9546-fax-2487-3824

Columna de Antonio Mercader en El País:
http://www.elpais.com.uy/110706/predit-577954/antoniomercader/-milicos-y-tupas-/

Análisis del periodista Aníbal Corti en el blog Razones y personas:
http://razonesypersonas.blogspot.com/2011/07/arcadia-no.html

Entrevista con el periodista Gustavo Rey en el programa "Abrepalabra" de Océano FM:
http://www.oceanofm.com/index.php?option=com_content&view=article&id=1933:lengua-larga-leonardo-haberkorn&catid=35:abre-palabra&Itemid=56

Entrevista en La Diaria al escritor Carlos Liscano, director de la Biblioteca Nacional y una de las fuentes consultadas en Milicos y tupas: "Cuento cosas en el libro de Haberkorn que el 99% de los tupamaros no sabía o no quería saber". http://ladiaria.com/articulo/2011/8/fuera-del-estante/

Columna del periodista Antonio Ladra sobre el presidente José Mujica, Sergio Lamanna y Milicos y tupas, en el diario El Acontecer de Durazno:
http://www.elacontecer.com.uy/columnas/183-viejas-cuentas-y-la-institucionalidad.html

Notas de prensa a propósito de los premios Bartolomé Hidalgo 2011, en los que Milicos y tupas venció en la categoría Ensayo político-periodístico:


El Espectadorhttp://www.espectador.com/1v4_contenido.php?id=222927&sts=1
El Observadorhttp://www.elobservador.com.uy/noticia/210457/cuando-la-historia-es-la-protagonista---/
Últimas Noticiashttp://www.ultimasnoticias.com.uy/Edicion-UN/articulos/prints-2011oct03/esp04.html
La Repúblicahttp://www.lr21.com.uy/comunidad/474261-la-feria-del-libro-prosigue-su-marcha
El Paíshttp://www.elpais.com.uy/111004/pespec-597373/espectaculos/doble-premio-para-tomas-de-mattos-en-feria-del-libro/
180http://www.180.com.uy/articulo/21790_Premios-Bartolome-Hidalgo-2011
Montevideo.comhttp://www.montevideo.com.uy/nottiempolibre_150231_1.html
Agencia Prensa Latinahttp://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&id=350865&Itemid=1

Milicos y tupas ganó también el Libro de Oro 2011 a la obra uruguaya más vendida en el rubro No ficción:

El historiador y politólogo Gerardo Caetano entrega el Libro
de Oro, el 15 de diciembre en el Cabildo de Montevideo.

El Espectadorhttp://www.espectador.com/1v4_contenido.php?id=228848&sts=1:
Portal 180http://www.180.com.uy/articulo/23383_Se-premio-la-literatura-nacional
La Repúblicahttp://www.diariolarepublica.net/2011/12/la-camara-uruguaya-del-libro-otorgo-sus-premios/
Editorial Fin de Siglo: http://www.findesiglo.com.uy/?p=2902



Entrevista con el periodista Jaime Clara en el programa Sábado Sarandí, el 24 de diciembre de 2011:


http://www.goear.com/listen/cbaa7f2/leonardo-haberkorn-jaime-clara

El libro puede encargarse por mail desde esta página:

14.5.11

Gerardo Caetano: "Milicos y tupas" rompe los pactos de silencio

Milicos y tupas fue presentado por el historiador y politólogo Gerardo Caetano el miércoles 11 en el programa radial No toquen nada, de Océano FM.
En diálogo con el periodista Joel Rosenberg y el propio autor del libro, Caetano destacó el aporte de Milicos y tupas al conocimiento de nuestro pasado reciente:
Gerardo Caetano - Milicos y tupas
“Esta es una virtud del libro: Leonardo recoge testimonios, pero testimonios de actores que por lo general no hablan, no dan testimonio. Hay pactos de silencio respecto a acontecimientos absolutamente claves que no involucran solo a los 'combatientes', con grandes comillas, sino que involucraron a la sociedad toda. Pero, sin embargo, los 'combatientes' no hablan. Este pacto de silencio, al menos parcialmente, es roto por alguno de los protagonistas. Y esto es importante. Es muy importante”.
En ese mismo sentido, Caetano destacó que muchos de quienes dieron su testimonio en el libro "lo hacen con los ojos bien abiertos y sabiendo que sus dichos van a ser objeto de condenas".
"La sociedad uruguaya necesita muchas cosas, y una de ellas es verdad. Verdad radical", señaló el historiador y politólogo. 
Caetano Milicos y tupasCaetano listó algunos de los temas de los cuales se ocupa Milicos y tupas: "el asesinato de Arteche, la tragedia terrible del 18 de mayo con el vil asesinato de los cuatro soldados, la tortura, la inadmisibilidad de la tortura". Y señaló que en estos tópicos "Leonardo interpela bien, como debe interpelar un ciudadano. Acá el periodista habla en nombre del ciudadano".
Además, "el libro -continuó el historiador- contribuye a derrumbar la teoría de los dos demonios, que es una teoría absolutamente infértil, una teoría muy cómoda para muchos que tienen muchas responsabilidades, y es una teoría falsa". 

El diálogo completo entre Caetano, Rosenberg y Haberkorn puede escucharse haciendo click aquí:

Otras entrevistas, reseñas y comentarios a propósito de Milicos y tupas.
El libro puede encargarse por mail desde esta página:

3.5.11

"Milicos y tupas": de qué se trata

EMilicos y tupas, por primera vez, un oficial del Ejército cuenta su experiencia en la lucha contra el MLN. El libro se centra en la historia de ese militar y en la de dos tupamaros, que también dan su testimonio respecto a la guerra. Lo interesante es que los tres se permiten hablar de su pasado y del presente saliéndose del repetitivo discurso oficial de sus respectivos grupos.
El militar, el hoy coronel retirado Luis Agosto, dice que habla como un aporte a la reconciliación nacional. Durante el conflicto fue capitán, es decir que estuvo en la primera línea del combate. Lo entrevisté decenas de veces y no omití ninguna pregunta. Relata su experiencia durante los años de violencia política, el uso que entonces hizo el gobierno de las Fuerzas Armadas como rompehuelgas, su ilusión con las primeras acciones tupamaras, el posterior combate, el miedo a morir, los interrogatorios, los apremios, la tortura, los excesos. Admite que sometió al "submarino" a varios de sus detenidos. Dice que se arrepiente.
De qué se trata Milicos y tupasUno de los dos tupamaros que protagonizan el libro es el profesor de historia Armando Miraldi. Fue un cuadro medio del MLN, con responsabilidades en la organización. No se arrepiente de haber sido guerrillero, pero lamenta los muchos errores cometidos y las vidas que costaron. Vivió de cerca episodios dolorosos: la muerte de amigos queridos y el asesinato por parte del MLN de Roque Arteche, sobre el que aporta nuevos elementos.
El tercer protagonista es un contador hoy jubilado, Carlos Koncke, un hombre que toda su vida soñó con hacer la revolución. Por eso cuando el general Velasco Alvarado estableció una dictadura militar de izquierda en Perú en 1968, allá fue. Su entusiasmo se vio recompensado y llegó a encargarse de una radical reforma agraria. El MLN lo fue a buscar a Perú: querían aprovechar su experiencia una vez que fueran gobierno. El contador volvió pero el MLN que descubrió no se parecía en nada a lo que había imaginado. En lugar de ponerlo a dirigir una reforma agraria lo mandaban a hacer de chofer y a hacer pintadas.
Estos tres hombres coincidieron en 1972 en un cuartel del Ejército. El militar era un capitán del servicio de Inteligencia. El profesor y el contador eran tupamaros presos. Los tres participaron de la tregua entre el Ejército y el MLN que se dio durante varios meses ese año. Investigué mucho ese episodio, que dio lugar a situaciones que muy sorprendentes en el cuartel donde se desarrolla el relato. Hasta clases de marxismo de dictaron dentro de esa unidad del Ejército.
Además del testimonio de los tres protagonistas, el libro recoge la visión de otros militares, guerrilleros, políticos, ciudadanos que fueron testigos de episodios clave. Entre ellos están el líder tupamaro Henry Engler y el hoy director de la Biblioteca Nacional, Carlos Liscano. Cartas, documentos y diarios personales completan la documentación de la obra.
La corrupción política, las diferencias y coincidencias entre tupamaros y militares, la participación de cuadros del MLN en los interrogatorios a los detenidos por delitos económicos durante la tregua, el uso de la tortura, los distintos límites que se fijaron los oficiales del Ejército, la existencia de nazis dentro de las Fuerzas Armadas, la cárcel, la dictadura, las respectivas historias oficiales establecidas por cada bando, los falsos mitos y la vida posterior de los "veteranos de guerra" son algunos de los temas que plantea el libro, ganador del Premio Bartolomé Hidalgo 2011, al mejor libro político-periodístico.

Críticas en la prensa: click aquí.

12.4.11

Está bien para Uruguay dice la BBC

“Poca violencia, mucha preocupación”. Así se titula una nota del servicio internacional de la BBC sobre el debate en torno a la crisis de la seguridad pública que existe en Uruguay y Argentina.
El artículo ha tenido una gran difusión en las redes sociales. La he visto una y otra vez en Facebook, reproducido en los muros de mis amigos.
Bajo el paraguas de un par de datos y entrevistas, la BBC viene a sostener que en Uruguay no debería hablarse tanto del tema seguridad, ya que no tenemos tal problema.
Según la BBC es una “ironía” que se discuta tanto sobre la violencia en Uruguay y en Argentina cuando “ambos países tienen algunas de las tasas de criminalidad más bajas del continente”.
“Estadísticas oficiales muestran que en 2008 y 2009, en la capital uruguaya la tasa de homicidios se mantuvo en 6,4 personas por cada 100.000, mientras que en Buenos Aires también fue inferior a 5 por cada 100.000 habitantes”, dice el cronista del servicio británico.
“Irónicamente”, agrega, “el debate público pareciera más cercano al que se da en las principales ciudades de países como Venezuela, Colombia o El Salvador, por mencionar algunos casos, donde las muertes violentas son hasta diez veces superiores”.
El artículo exhibe en forma descarnada el tradicional doble discurso europeo.
La verdad, lo que la BBC se cuida de señalar, es que los índices de criminalidad que existen en Uruguay y en Argentina resultarían intolerables en Londres, en cada rincón del Reino Unido y en toda Europa occidental.
El “bajísimo” índice de 6,4 homicidios cada 100.000 personas que tenemos en Montevideo sería un escándalo inadmisible en Roma, donde la tasa es de 1,12. También en Madrid, donde los españoles se quejan y se alarman aunque en 2009 el índice fue de 1,41.
En Dinamarca hay apenas 0,88 homicidios casa 100.000 habitantes. El promedio de toda la Unión Europea es de 1,7, una cifra casi cuatro veces menor a la que padecemos los montevideanos. En el Reino Unido de la objetiva BBC la cifra es menor aún: 1,19.
Imaginemos qué diría la prensa británica si la tasa de homicidios en su país se multiplicara por cinco hasta alcanzar los niveles uruguayos.
La BBC la tiene clara. Tener un índice de 6,4 homicidios cada 100.000 habitantes está bien para una ciudad como Montevideo, para un país como Uruguay. No hay que quejarse. Hay que compararse con El Salvador. Con Venezuela. No miremos a Europa. La sangre europea tiene otro precio.

Artículo de Leonardo Haberkorn
Prohibida su reproducción sin autorización del autor
el.informante.blog@gmail.com

8.4.11

PCU celebra otra gloriosa victoria

En la elección para elegir al representante de los trabajadores en la dirección del BPS había candidato único. En la del delegado empresarial también. Sin embargo, se movilizó al país entero, se obligó a miles de uruguayos a viajar a sus ciudades natales para votar. Se dilapidaron más de seis millones de dólares en esa farsa. Se premió con dinero contante y sonante a los candidatos únicos que derrotaron a la nada. 
Pese a las amenazas de ser sancionados con una multa, el 13% de los activos no concurrió a votar. De los que sí fueron, el 48,6%, sufragó en blanco o anuló su voto. En total, una cifra muy superior a la mitad de los trabajadores se rehusó a colocar en la urna la lista digitada por el PIT-CNT. ¿Cómo evalúa esto el Partido Comunista? Con un título que ocupa toda la portada de El Popular, su vocero oficial, donde se anuncia a tambor batiente: "Victoria popular y derrota de la derecha". Uno se pregunta: estos señores, ¿son o se hacen?

24.3.11

Homero Simpson, el candidato que cuida el dinero del Estado

El presidente del BPS, Ernesto Murro, está muy enojado. Casi podría decirse que está furioso con quienes impulsan la candidatura de Homero Simpson al directorio del banco en representación de los trabajadores.
Parece chiste, pero es en serio.
La elección es el domingo. El PIT-CNT decidió presentar un candidato único: Ariel Ferrari, un ex dirigente sindical.
Ferrari tiene el triunfo asegurado porque no tiene rival. Lo pudo haber tenido, si lo hubiera presentado cualquier sindicato con personería jurídica. Pero ningún gremio se interesó en competir contra la central de trabajadores. También lo pudo haber presentado cualquier grupo de ciudadanos, siempre y cuando consiguieran 7.160 firmas, una cantidad desmesurada si el interés real fuera facilitar la multiplicidad de opciones y no otorgarle en bandeja el cargo al PIT-CNT. Pero, que se sepa, nadie se mostró interesado en juntar las firmas.
De un modo u otro, ya no hay alternativa. Es Ferrari o nada. Ferrari o votar en blanco. Ferrari o anular el voto. Ferrari o poner, a modo de protesta, la papeleta con la cara de Homero Simpson.
Murro no debería estar nervioso: su candidato, Ferrari, ya ganó.
Sin embargo, está muy enojado. Acusó a los "partidarios" de Homero de responder a intereses misteriosos, posiblemente antidemocráticos y desestabilizadores. Dijo que están boicoteando la democracia en pro de oscuros intereses económicos.
¿Será que en el fondo todo esto es una cuestión de plata?
En febrero se cerraron las posibilidades de inscribir candidatos. Allí quedó claro que Ferrari no tendría competencia. Sin embargo, el 2 de marzo, cuando ya se sabía que entre trabajadores y empresarios no habría lucha electoral, el directorio del BPS decidió destinar 500.000 pesos uruguayos de estímulo a las listas que se presentan en las elecciones. La decisión se fundamentó resaltando que "se estima pertinente brindar el apoyo al acto eleccionario a través de una contribución económica a las diferentes opciones electorales".
¿Cuál es el sentido de apoyar económicamente a candidatos que, como Ferrari, no tienen ningún rival al cual enfrentarse?
Al ridículo de obligar a la ciudadanía a votar en una elección de candidato único, se le suma ahora el bochorno de gastar el dinero siempre escaso del Estado en financiar una campaña de alguien versus la nada.
Por cada voto que reciba el señor Ferrari, el PIT-CNT embolsará 0,70 pesos. Si 300.000 personas votan al candidato único del PIT-CNT, el Estado transferirá 210.000 pesos a la central obrera a cambio de su esfuerzo en una campaña electoral inexistente.
Mientras en los diarios se publican todos los días noticias de escuelas que son desalojadas por problemas edilicios, mientras el INAU "construye" una nueva cárcel para alojar a los menores infractores dentro de contenedores, mientras se informa que tan solo dos juzgados no dan abasto para luchar contra el crimen organizado, hay dinero para alimentar una farsa electoral de candidato único.
Un voto a Homero significa un ahorro para el Estado.
Un voto a Homero es dinero que deja de ir al PIT-CNT.
¿Será por eso que Murro se enoja tanto?

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