A cuenta de más información sobre el tema que seguiré brindando en El Observador y Teledoce, responderé aquí a algunas afirmaciones del intendente de Montevideo, Mauricio Zunino, y la gerenta de Gestión Ambiental de la comuna, Verónica Piñeiro.
Zunino dijo que la nota publicada hoy en El Observador sobre contaminación en las playas de Montevideo tiene información errónea. Sería bueno que precisara cuál es. Siempre es posible cometer algún error y en esos casos lo que corresponde es corregirlo. Pero Zunino debería decir a qué se refiere. Porque en otros pasajes de sus declaraciones reafirmó buena parte del contenido informativo brindado. Y porque su generalización, más que un intento de corregir alguna equivocación, parece un interés en desacreditar al barrer un reportaje que contiene información muy grave.
Piñeiro, por su parte, se agravia de que el informe diga que la información "es secreta". Pero la nota no dice eso. Lo que dice, palabras textuales; es "hasta hoy las mediciones eran secretas".
O sea, lo eran hasta que El Observador las publicó y ahí dejaron de serlo. Es obvio. El reportaje, además, dice -y lo afirma más de una vez- que la información la proporcionó la Intendencia y que fue la propia Piñeiro quien dio los datos.
También dice que Piñeiro se comprometió a subir a la web todas estas mediciones, cosa que entiendo aún no ha ocurrido, aunque Zunino diga que sí.
Los registros de enterococos son indicadores importantes que la salud pública que debieron haberse comenzado a publicar hace años. Pero soy de los que piensan que es mejor tarde que nunca, y en ese sentido se reconoce y se valora el gesto de Piñeiro de brindar la información pedida.
Al mismo tiempo, Zunino y Piñeiro insistieron en declaraciones en rueda de prensa en los mismos argumentos que Piñeiro declaró a El Observador y se incluyeron en la nota: la normativa nacional no obliga a dar los datos de enterococos y por eso no se habían publicado hasta ahora.
Es cierto. Pero es un argumento muy pobre porque tiene una trampa evidente.
Más allá de si está en la reglamentación o no, debieron advertir a la gente. Y no lo hicieron.
Zunino y Piñeiro pueden seguir discutiendo los detalles y la letra chica, pero lo central ya ha quedado claro y es sobre eso que deberían ocuparse. Lo que la Intendencia debe, entre otras cosas, es explicar por qué no advirtió a la población que los índices de enterococos en las playas Pocitos, Buceo y Santa Catalina durante la temporada pasada sobrepasaron los límites seguros para la salud. Pintaron de rojo a esas playas en una información que solo ellos manejaban y dejaron que la gente siguiera (siga) yendo a bañarse.
Y, sobre todo, qué están haciendo para mejorar la situación de las playas de Montevideo. Que es lo más importante.