La digitalización de una colección del diario argentino Crónica permitió rastrear varias noticias publicadas en los meses siguientes, muchas de las cuales tuvieron como centro, o como trasfondo, las especulaciones acerca de quién se había quedado con el botín de la banda obtenido tras un sangriento asalto a la municipalidad de San Fernando.
Como saben todos aquellos que leyeron Liberaij. La verdadera historia del caso Plata quemada es un falso mito que los pistoleros quemaran el dinero durante la batalla campal que sostuvieron contra al menos 350 policías.
Roberto Dorda, Marcelo Brignone y Carlos Mereles fueron muertos por la policía uruguaya el 5 de noviembre de 1965 en el edificio Liberaij, tras 16 horas de balacera ininterrumpida. Mario Malito sobrevivió tres semanas más y fue acribillado el 29 de noviembre de 1965 por la policía de Buenos Aires.
El 3 de enero de 1966 el caso volvió a la primera plana de los diarios argentinos con una noticia escalofriante: el padre de Mereles, Raúl Francisco, un borrachín y ladrón de poca monta de 48 años, apareció degollado entre las vías del tren y la calle Irala, en la Boca."El padre de Carlos Alberto Mereles, el pistolero muerto en el asombroso tiroteo de Montevideo, apareció decapitado, con la cabeza a quince metros del cuerpo", señaló el diario Crónica.
El tabloide describió así la escena del caso: "La posición del cuerpo, de espaldas, como si la tremenda mutilación le hubiese sorprendido mirando las estrellas en aquel paraje desierto, y después, metros más allá la cabeza horrible, con rictus en los labios como ensayando la postrera protesta frente al trágico destino de una familia signada para recorrer todas las escalas de la mala vida. El cronista también pudo apreciar dos detalles curiosos y sugestivos: primero, el cuerpo no presenta un solo rasguño, y la cabeza no ofrece, aparentemente, las señas del golpe que pudo causarle un accidente".
En base a estos detalles, Crónica especuló con que había "algo oscuro" en el "macabro hallazgo", y conjeturó que la muerte de Mereles padre podía estar relacionada con las actividades de la banda de su hijo "muerto en Montevideo en una acción policial que supera todas las películas y novelas donde el crimen campea en páginas de horror y de espanto".
"Entre las suposiciones —la policía hasta ahora mantiene silencio— podría agregarse que Raúl Francisco Mereles fue colocado en las vías para que la locomotora lo decapitase", señaló el periódico.
Tal atroz venganza podría estar relacionada con Mario Malito, "el más feroz, el pistolero y jefe de la banda", el único que había burlado el cerco en Montevideo.
"Malito retornó de Montevideo, huyendo, hacia Buenos Aires. Algunos creen que en su estada en ésta, antes de caer bajo las balas policiales, pudo haber estado con Mereles padre (...) La entrevista habría tenido por objeto hacerse de parte del dinero robado en el sangriento asalto a la Municipalidad de San Fernando. Dentro de las posibilidades se encuentra la de que, tras la entrevista, Mereles padre hubiese localizado a Malito, o por lo menos hubiese hablado más de la cuenta y esto provocase complicaciones en los planes de huida del pistolero. La otra circunstancia digna de tenerse en cuenta es de que Mereles padre no hubiese sabido dar razón de ese dinero a Malito, o le hubiese explicado que su hijo lo llevó consigo a Uruguay u otra posibilidad que, a la postre, llevaron a Malito a la necesidad de planear un asalto en un garage -donde fue muerto por la policía (...). Así las cosas, para 'alguien' la muerte de Malito fue exclusiva culpa de Mereles padre. La oportunidad se buscó o se dio, en el trágico juego de los delincuentes. Y se cumplió. Puesto sobre la vía, en el tiempo que pudo haber demorado el tren al pasar, Raúl Francisco Mereles, padre de uno de los más feroces pistoleros que haya dado el submundo de Buenos Aires, puede haberse escrito un crimen horrendo, de venganza feroz".
El cronista también arriesgó una alternativa distinta. Mereles padre quizás sospechaba que Malito había entregado al resto de la banda en Montevideo. Y como venganza, entregó a Malito a la policía bonaerense. Su muerte, degollado por un tren, habría sido una venganza de amigos de Malito.
"¿Puede haber delatado a Malíto el padre del pistolero Mereles?", se preguntaba Crónica. "Tampoco se sabrá. Solamente, de ser así, permanecerá guardado en inviolable secreto policial".
Al día siguiente, el 4 de enero de 1966, Crónica tuvo que rebajar el tenor de sus conjeturas. La muerte de Mereles habría sido un accidente y no un asesinato por venganza.
"Según la información que se suministró oficialmente, el hombre fue decapitado por las ruedas de un vagón, bajo el cual se habría echado a dormir".
Aunque Crónica insistía en sus especulaciones, admitía que "no ha surgido ninguna duda en los investigadores sobre el carácter accidental del hecho".
La explicación oficial era consistente con el hecho de que Mereles padre no tenía hogar y dormía en la calle. Tal como se cuenta en Liberaij, pocos días después del tiroteo en Montevideo, Mereles padre fue arrestado por robar bolsas de fertilizantes de un camión. En esa oportunidad, un periodista de Crónica lo entrevistó y el hombre contó que sus hijos lo habían echado de la casa "por borracho" y que la mayor parte de las noches dormía en camiones estacionadas en Casa Amarilla, un terreno histórico de la Boca que supo pertenecer al almirante Guillermo Brown.
No fue ésta la única noticia sobre el Liberaij, después del Liberaij. Hubo muchas otras referidas a Eva Monaldi, la amante de Mario Malito. Sobre ellas escribiremos en próximos artículos.