tag:blogger.com,1999:blog-1379491453448817742.post8046564493378705740..comments2024-03-17T17:14:24.411-03:00Comments on - - El informante - -: Mi carpeta de frases sobre PeñarolLeonardo Haberkornhttp://www.blogger.com/profile/07639419261882092867noreply@blogger.comBlogger5125tag:blogger.com,1999:blog-1379491453448817742.post-26049400058660865482021-05-19T20:06:03.741-03:002021-05-19T20:06:03.741-03:00Lo leo 11 años después, pero encuentro la anécdota...Lo leo 11 años después, pero encuentro la anécdota contada tan magnificamente, que me inspiro una ternura infinita! Brillante narración y hermoso contenido! Soy Manya de alma y disfrute muchísimo este relato.Stellahttps://www.blogger.com/profile/16551466151401869496noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-1379491453448817742.post-40845748407364941632021-04-26T11:17:03.035-03:002021-04-26T11:17:03.035-03:00Lo había leido hace un tiempo, lo vuelvo a leer ah...Lo había leido hace un tiempo, lo vuelvo a leer ahora. Que lindo es ser hincha de Peñarol! GraciasAnonymousnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-1379491453448817742.post-76110171813261837002013-07-26T18:27:31.348-03:002013-07-26T18:27:31.348-03:00¡Impresionante! Muchas gracias por compartirlo.¡Impresionante! Muchas gracias por compartirlo.Leonardo Haberkornhttps://www.blogger.com/profile/07639419261882092867noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-1379491453448817742.post-57500434840307292892013-07-26T18:04:47.459-03:002013-07-26T18:04:47.459-03:00Soy hijo de un ex jugador e hincha de Nacional y c...Soy hijo de un ex jugador e hincha de Nacional y cuando era todavía muy chico (cuatro o cinco años), mi padre me llevaba con él los fines de semana a ver a su cuadro. A él se le había acabado el fútbol activo cuando debió operarse de los meniscos en una época en que esa operación era casi la finalización de una carrera. Lo cierto es que mi padre me había comprado una insignia de Nacional (en aquellos años no había gorras y no era común que la gente se vistiera con camisetas de su equipo). Cuando íbamos al estadio antes de salir de casa me ponían la insignia en la solapa del saco o en el bolsillo de la camisa. Lo cierto es que tres o cuatro veces en el año también veía a Peñarol. Y un día hermoso, de esas tardes en que el verde de la cancha brilla mucho más que otros días y las marcas blancas relucen al sol, asomó el equipo de los tricolores. La entrada de Nacional me penetró tanto en la retina que aún me parece revivir ese momento: ¡qué lindos eran los colores: las casacas blancas, los pantalones azules, las medias de tres colores! ¡Y esos jóvenes futbolistas riendo al sol y jugando como niños y sacándose fotos! Pero de pronto entró Peñarol y no se qué pasó por mi cabeza de niño pero lo cierto es que ese hubo como un cambio en el universo. Tuve que sacarme la insignia de Nacional y me di cuenta que nunca había sido hincha de ningún equipo. Pero esa tarde se me aclaró el pensamiento pero me di cuenta que yo había sido siempre hincha de Peñarol. Le entregué la insignia a mi padre y le dije que lo sentía pero yo era hincha de Peñarol. Los amigos de mi padre se rieron y uno me preguntó desde cuándo había cambiado. Pregunta demasiado grande para mis cuatro o cinco años. Anonymousnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-1379491453448817742.post-48338463639854152362012-06-16T23:37:37.479-03:002012-06-16T23:37:37.479-03:00Nací en 1964, por lo que empecé a tener conciencia...Nací en 1964, por lo que empecé a tener conciencia del fútbol, en la larga noche que duró del 68 al 72. Aunque teníamos un cuadrazo, con Mazurkiewicz, Ermindo Onega y Figueroa, nunca podíamos con aquel fabuloso equipo, de Manga Ubiña, Ancheta, Montero Castillo, Cubilla y Artime. Tenía un muy amigo mìo de Nacional, y era común que me quedara en su casa, a dormir algún fin de semana. El padre nos llevaba los sábados a ver algún partido de la B, y los domingos, a ver al odiado/admirado, Nacional. Un sábado perdimos un clásico, (otro más), y a la mañana siguiente, yo desayunaba triste, en la casa de mi amigo. Entonces el y su padre, me explicaron, que podía cambiarme de equipo, que con solo decidirlo podía dejar de ser de un cuadro perdedor, para pasar a formar parte del bando ganador. La idea me sedujo, al fin y al cabo, en mis ya 6 años de vida, a duras penas había visto sacar algún empate, mientras que del otro lado, eran todo triunfos. No había terminado de desayunar, cuando la idea empezó a tomar cuerpo en mi, sería de Nacional, sería igual que mi amigo, estaría del lado de los que gastan las bromas, y me burlaría de los perdedores, igual que se habían burlado siempre de mi. Terminé de desayunar con la idea asumida, ya era un hincha de Nacional. Subimos al auto para ir al parque, y yo me empezaba a acomodar, a ese sentimiento nuevo, de ser, de Nacional. Miraba por la ventan, y veia la calle distinta, si bien nada había cambiado afuera, habia una novedad en el universo, ahora yo era de Nacional.<br />Llegamos a la plaza y yo caminaba firme con la nueva identidad, mi amigo fue para las hamacas, pero yo me distraje con dos pibes que remontaban una cometa. Me quedé al lado, a mirarlos, uno de ello en cuclillas sostenía la cometa, el otro, le daba las indicaciones, “tironeá, tironeá“...“dale más piola...dale, dele...“ y miraba preocupado para el costado. Es que algunos metros más allá, otros pibes remontaban una bandera de Nacional, y la de estos dos pibes, era amarilla y negra, con el escudo de Peñarol. Entonces, me parecío que había llegado el momento, la oportunidad esperada de estrenar mi flamante adhesion a Nacional, y le dije a los pibes....“ la otra cometa está mas alta, porque tiene los mejores colores“ Los pibes no me dieron mucha bola, seguían concentrados en remontar la suya, tres o cuatro segundos después, el que estaba en cuclillas, sin desviar la vista de la cometa me dijo...“tas loco.....estos colores, son lo más grande que hay“ Lo escuche angustiado, y miré los colores recortados contra el cielo, sentí la inequivoca conexión, la familiaridad y el cariño, que me llegaba desde el alma. No contesté y me alejé mirando el piso, abatido. Asumí que ahi habían terminado mis 10 minutos de cambio de cuadro. No entendía mucho de sentimientos y de razón, pero ahi mismo, con 6 años, me di cuenta que, era inutil el esfuerzo, había nacido, hincha de Peñarol.Anonymousnoreply@blogger.com